La noticia de la semana pasada, y quizás del mes, fue sin duda la victoria en las elecciones presidenciales de Estados Unidos del polémico candidato republicano Donald Trump. Esta victoria electoral, en muchos casos inesperada, ha generado muchos interrogantes sobre aspectos clave en Estados Unidos como la economía, la política migratoria, la acción exterior o el sistema sanitario. El tono mostrado en las últimas entrevistas, bastante más dialogante y comedido que durante la campaña electoral, deja en el aire la duda de si, efectivamente, llevará a cabo todas las reformas que había propuesto antes de las elecciones.
En el ámbito de la salud, Donald Trump anunció durante la campaña electoral que iba a fulminar con el Obamacare, la reforma sanitaria de Barack Obama, ya que entiende que ninguna persona debe estar obligada a comprar un seguro. En esta línea, planteó modificar la ley existente que inhibe la venta de seguros de salud a través de las líneas estatales, y estableció que «siempre y cuando el plan comprado cumpla con los requisitos del Estado, cualquier proveedor debe ser capaz de ofrecer seguros en cualquiera de ellos. Al permitir la plena competencia en este mercado, los costos de seguros se reducirán y la satisfacción del consumidor aumentará”, explicó Trump.
Además, dijo que permitiría que los individuos dedujeran los pagos de las primas del seguro médico de sus declaraciones de impuestos bajo el sistema tributario actual y que las personas usen cuentas de ahorro de salud estuvieran exentas de impuestos. Trump anunció que exigiría transparencia de precios a todos los proveedores de atención médica, especialmente médicos y organizaciones de salud como clínicas y hospitales.
Aunque los asuntos relacionados con los impuestos y la salud pueden ser novedosos, no llegan al límite de la polémica que pueden llegar a ser el acabar con las subvenciones que se conceden a los Estados para que mantengan los seguros que se diseñaron para las personas con menos recursos. Otro de los cambios más polémicos es el que apunta al sector farmacéutico y que pretende eliminar las barreras de entrada en los mercados libres para los proveedores de fármacos que ofrecen productos seguros, confiables y más baratos.
Trump estableció además que tenía intención de eliminar la atención médica a los inmigrantes en situación ilegal, ya que cuesta, según datos del nuevo presidente de los Estados Unidos, «cerca de 11.000 millones de dólares anuales». Redacción Médica / COECS.