Un nuevo órgano en miniatura creado con bioingeniería y llamado BioHub podría algún día liberar a las personas que sufren de diabetes tipo 1 de esta enfermedad. En sus etapas finales, el BioHub podría imitar al páncreas y actuar como anfitrión de células de los islotes trasplantadas, proveyéndoles oxígeno hasta que puedan establecer su propio riego sanguíneo. Las células de los islotes contienen células beta, que son las células que producen la hormona insulina. La insulina ayuda al organismo a metabolizar los carbohidratos que se hallan en los alimentos, para poder usarlos como combustible para las células del cuerpo.
El BioHub también proveería una supresión del sistema inmunitario que estaría confinada al área que rodea a las células de los islotes, o es posible que cada célula de los islotes sea encapsulada para protegerla del ataque del sistema inmunitario que provoca la diabetes tipo 1.
Sin embargo, el primer paso es cargar las células de los islotes en el BioHub y trasplantarlo a un área del abdomen conocida como el omento. “Se esperan que esos ensayos comiencen dentro de un año o un año y medio”, comentó el Dr. Luca Inverardi, subdirector de investigación traslacional del Instituto de Investigación en Diabetes de la Universidad de Miami, donde se desarrolla el BioHub.
Por su parte, el Dr. Camillo Ricordi, director del instituto, afirmó que el proyecto es muy emocionante. «Estamos juntando todas las piezas del rompecabezas para reemplazar el páncreas”. Al principio tenemos que ir por etapas, y comprobar clínicamente los componentes del BioHub», dijo. «El primer paso es evaluar el andamio que funcionará como un trasplante regular de células de los islotes». El Instituto de Investigación en Diabetes ya trata con éxito la diabetes tipo 1 con trasplantes de células de los islotes en el hígado.
Vídeo sobre la investigación de BioHub (en inglés).
En la diabetes tipo 1, una enfermedad autoinmune, el sistema inmunitario del cuerpo ataca y destruye por error a las células beta que contienen las células de los islotes. Esto significa que una persona que tiene diabetes tipo 1 no puede producir la insulina que necesita para llevar el azúcar (glucosa) a las células del organismo, así que tienen que reemplazar la insulina perdida. Esto puede lograrse a través de inyecciones diarias múltiples o con una bomba de insulina a través de un minúsculo tubo insertado debajo de la piel y que se cambia cada unos cuantos días.
Aunque el trasplante de células de los islotes ha tenido mucho éxito en el tratamiento de la diabetes tipo 1, la afección autoinmune subyacente sigue presente. Dado que las células trasplantadas provienen de los cadáveres de los donantes, las personas que se someten a trasplantes de las células de los islotes deben tomar fármacos inmunosupresores para prevenir el rechazo de las nuevas células. Esto pone a las personas en riesgo de desarrollar complicaciones con los medicamentos y, con el tiempo, el sistema inmunitario destruye a las nuevas células de los islotes.
Debido a estos problemas, el trasplante de las células de los islotes en general se reserva para las personas cuya diabetes es muy difícil de controlar, o que ya no tienen una concienciación sobre unos niveles de glucemia peligrosamente bajos. ConSalud.