DEMASIADA HIGIENE EN LOS NIÑOS INCREMENTA EL RIESGO DE QUE PADEZCAN ALERGIAS

La excesiva higiene así como otros factores, como la alimentación o contaminación, incrementan el número de casos de niños alérgicos cada año que,en estos momentos, suponen uno de cada cinco, según expertos reunidos en el Congreso de la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergia y Asma Pediátrica (SEICAP) , que tiene lugar en Ávila.El hecho de que los niños se desarrollen “en un ambiente de asepsia, con ausencia de gérmenes, rodeados de una higiene excesiva, con tanta esterilización, vacunados de todo y sin riesgo de infecciones provoca que su sistema inmunológico no active el mecanismo de defensa sino el que favorece las alergias”, ha señalado el presidente de la SEICAP, el doctor Marcel Íbero.

Y es que un estudio reciente publicado en “Immunity” demostró como la exposición a los gérmenes del medio ambiente en niños pequeños permite un desarrollo normal del sistema inmune, lo que contribuye a evitar futuras alergias y lo protege de infecciones.

“En un ambiente de gérmenes como el de los países del tercer mundo o con carencias sanitarias, la respuesta inmunológica TH2 con la que nacen los niños y que favorece las alergias se convierte en TH1, que es la que activa la defensa para poder combatir las infecciones”, ha dicho.

De la misma opinión es el doctor Luis García Marcos, del Servicio de Alergología Pediátrica del Hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia, para quien el progreso y la occidentalización han contribuido a «la aparición de cambios en el estilo de vida de las personas que viven en países desarrollados, que han modificado sus hábitos de higiene, de alimentación o incluso la decoración de las casas”.

“Todo este conjunto de causas, unidas a la contaminación, provocan cambios en el sistema inmunológico de los niños ya desde el vientre de la madre, cuya respuesta de defensa se vuelve más débil y favorece la aparición de alergias”, ha dicho. Los síntomas más comunes de las alergias incluyen tos, picor de ojos y nariz, sibilancias, urticaria, angioedema, asma, rinitis, conjuntivitis, síntomas digestivos, dificultades para respirar, ezcema o reacciones de anafilaxia.

Todo ello resulta “muy molesto e influye de manera notable en la calidad de vida de los niños”, ha explicado García Marcos, para quien, en muchos casos, deriva en “problemas de escolarización, de aprendizaje y faltas al colegio”.

Con todo, los niños alérgicos deben seguir unas pautas de tratamiento que incluyen la evitación total del alérgeno en la medida de lo posible, y en algunos casos medicación preventiva y vacunas para evitar reacciones y mejorar en la medida de lo posible su vida cotidiana.

“Es muy importante que los padres y el entorno del niño conozcan su enfermedad y cómo reaccionar con la medicación de rescate en caso de una crisis, pues si no se actúa a tiempo las consecuencias pueden ser fatales”, ha advertido García Marcos. ConSalud.

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