Irritabilidad, fatiga, agotamiento, insomnio, dolor de cabeza, apatía, problemas digestivo son algunos de los síntomas que muestran las personas que padecen el “jet lag”. Un trastorno o malestar producido por un viaje en avión con cambios horarios considerables, también conocido como “síndrome transoceánico” o “síndrome de los husos horarios”. A través un comunicado, desde la Unidad del Sueño del Hospital Vithas Nisa Rey Don Jaime, la doctora Maribel Andrés, responsable de la unidad, pauta las medidas a seguir para combatir esta sintomatología que se acentúa en el periodo vacacional.
Unos síntomas que se deben a un desequilibrio producido entre el reloj interno de una persona (que marca los periodos de sueño y vigilia) y el nuevo horario que se establece al viajar a largas distancias, a través de varias regiones horarias. En general, duran entre uno y cinco días, más o menos lo que tarda el organismo en adaptarse a la nueva estación y al nuevo horario. Tal como explica la doctora Maribel Andrés, “este desajuste genera trastornos a nivel de tensión, temperatura y estado cerebral. Existen numerosas causas que dificultan el sueño, como el estrés o una mala alimentación, aunque el jet lag es una de las más habituales en la actualidad, si la dificultad para conciliar el sueño sucede cuando estamos viajando”
Según la doctora Andrés, “el jet lag origina un gran desajuste en tu mente y tu cuerpo que produce que cuando llegues a tu nuevo destino no te puedas dormir por la noche o que te caigas de sueño a las 4 de la tarde generándote dolor de cabeza, fatiga generalizada y un hambre voraz a deshoras” y puntualiza “normalmente si viajas hacia el este, es decir en sentido contrario al reloj biológico, los efectos del jet lag pueden ser más fuertes y duraderos ya que cuando para ti sea la hora de ir a dormir en tu nuevo destino será la hora de levantarse. En cambio, si viajas hacia el oeste se prolonga la sensación de noche o de día y el ciclo corporal se ajusta con mayor facilidad”
Cómo prevenir y tratar el jet lag
La predisposición de algunos viajeros a padecer jet lag es obvia, pero prevenirlo y seguir unas pautas es factor determinante para mitigar los efectos. “Si estás a punto de embarcarte en un vuelo de 10 horas, hay que marcarse objetivos; yo aconsejo sobre todo descanso para afrontar el cambio horario que nos espera en destino”, confirma la doctora Andrés. “Antes de volar es importantísimo hacer un poco de ejercicio, seguir una dieta saludable y como no descansar mucho los días previos al viaje. Otra medida sería acostarse y levantarse una hora antes si viajas dirección este o una hora más tarde si viajas hacia el oeste”, agrega la Dra. Andrés y puntualiza “Para estas situaciones sí estaría indicado y puede ser de utilidad el uso de tablets móviles, ya que la luz azul de las pantallas mantiene el cerebro en alerta”.
Una vez en vuelo hay que hidratarse muy bien: beber mucha agua y evitar la ingesta de alcohol y cafeína; y es fundamental comer, aunque no apetezca. Practicar algún tipo de estiramiento a bordo también es un buen consejo. “Mover las piernas y el cuello mientras estén sentados en el avión es fundamental en el viaje”, concluye la doctora Andrés y añade “cuando subas al avión, actualiza tu reloj a la zona horaria de destino. Si llegarás por la tarde, no duermas mucho en el avión para así estar cansado cuando llegues a tu destino. Pero si tu vuelo llegará por la mañana o de madrugada intenta dormir durante todo el vuelo para estar despierto y activo el resto del día”
Respecto a la llegada a destino, la doctora Maribel Andrés asegura que es fundamental adaptarse a la hora local, no tomar comidas pesadas durante el primer día y “si llegas de día intenta salir a la calle, y busca el sol, dado que es un estimulante para regular el reloj biológico”. Vithas Nisa/COECS