Normalmente esta enfermedad infecciosa de las vías urinarias bajas es provocada en un 90% por la bacteria Escherichia coli” y agrega “el incremento de la cistitis durante el verano se debe principalmente a factores que favorecen la proliferación y crecimiento de estas bacterias en la zona urogenital”. Según la doctora Ortega, “si se siente presión en la parte inferior de la pelvis, dolor o escozor al orinar, deseo de miccionar aunque la vejiga esté vacía, aumento del número de micciones, orinas de color intenso así como dolor al mantener relaciones sexuales, es necesario acudir al médico para someterse a un análisis de orina y averiguar si la Escherichia coli es el germen responsable o no, y por lo tanto a qué antibióticos es sensible esa bacteria”.
La prevención, clave fundamental
Según la especialista, “la humedad habitual en la zona genital de las mujeres se incrementa durante el verano a consecuencia del calor y sudoración, lo que hace que sea el caldo de cultivo perfecto para que proliferen las bacterias, a lo que hay que añadir además el uso continuo de bañadores mojados en días de playa o piscina. Todo esto favorece la proliferación y crecimiento de las bacterias en la zona urogenital”. Para ello la doctora Ortega aconseja no permanecer largos periodos de tiempo con el bañador mojado y controlar la sudoración excesiva de las partes íntimas. La ingesta de líquidos, especialmente de agua, es fundamental, “beber un litro y medio diario de agua y, sobre todo, evitar retener la orina ayuda a prevenir la cistitis”, concluye la doctora.
“Respecto a la dieta lo ideal como siempre es una dieta equilibrada, aunque hay que hacer espacial mención a los arándanos rojos cuya riqueza en taninos, quercitina y vitamina C ayuda a impedir que la bacteria E. Coli se adhiera a las vías urinarias, o los espárragos, peras o apio por su potente acción diurética”, comenta la especialista.
“No hay que olvidar que el aumento de las relaciones sexuales en verano o algunos productos irritantes puede favorecer la aparición de la cistitis, -subraya la doctora Ortega-, por ello extremar las medidas higiénicas en esta etapa es fundamental para prevenirla”. “Se debe orinar después de las relaciones sexuales y en el caso de usar lubricantes o espermicidas siempre productos de farmacia lo más naturales posibles”, comenta la ginecóloga. “Además, una adecuada higiene de las partes íntimas es muy importante y siempre hay que limpiarse de forma correcta siempre que se va al baño de adelante hacia atrás para no contaminar la entrada de la uretra con restos fecales”.
Por otra parte, respecto a la elección de los productos de higiene íntima agrega la doctora Ortega “se debe evitar el uso de jabones aromatizados, champús, desodorantes íntimos, sales de baño, compresas aromatizadas y todo lo que pueda irritar la uretra”. Vithas
Nisa