Un proyecto de investigación del Grupo de Hepatología y Trasplante Hepático del Instituto de Investigación Sanitaria (IIS) La Fe – Unidad del CiberEHD ha conseguido una beca Gilead a la Investigacion Biomédica, según ha detallado la conselleria de Sanitat Universal i Salut Pública. El proyecto, liderado por la doctora Marina Berenguer, tiene como objetivo analizar la evolución de los pacientes a los que se les ha eliminado el virus de la hepatitis C (VHC) mediante las nuevas terapias antivirales.
Según la doctora Berenguer, «tras años de dedicación por parte de nuestro grupo al estudio del VHC, su impacto clínico, social y económico, este proyecto es el último después de haber logrado algo que nunca pensamos que se alcanzaría: la erradicación del virus de la hepatitis C mediante terapias sencillas y no tóxicas».
El grupo de estudio está compuesto por pacientes a los que se les ha eliminado el virus de la hepatitis C con las nuevas terapias antivirales en uso. Esto ocurre actualmente en el 98-99% de los casos. Así, el trabajo presenta un doble objetivo. Por un lado, figura el de establecer que en estas personas la enfermedad hepática que les provocó el virus C va remitiendo con el tiempo; y en caso de no ser así, determinar cuáles son los factores de riesgo de «ausencia de mejoría».
El siguiente objetivo es establecer si se produce en el tiempo una mejoría en la calidad de vida de los pacientes y estudiar la tasa de reinfección del virus C en grupos vulnerables de alto riesgo, es decir, los que mantienen hábitos de riesgo asociados con la transmisión del VHC.
Un total de 21 proyectos de las áreas terapéuticas de VIH, enfermedades hepáticas y hemato-oncología han sido los seleccionados en la VI edición de las Becas Gilead, entre ellos el del IIS La Fe. Todos han sido evaluados por el Instituto de Salud Carlos III. La obtención de la ayuda de Gilead permite la contratación de personal, una situación que, asegura la doctora Marina Berenguer, «cada vez es más complicada y dificulta enormemente seguir investigando».
Objetivo: erradicación del VHC en 2030
Es conocido que la eliminación del virus de la hepatits C se asocia con beneficios clínicos como la regresión del daño en el hígado y la mejoría de los efectos del virus en órganos diferentes al hígado, entre otros. El problema, según la doctora Berenguer, «es que esto sucede en ausencia de otros cofactores de daño hepático». En la actualidad, muchos pacientes no solo tienen infección por el VHC, que también tienen otros factores de riesgo que se asocian con el desarrollo y progresión de la enfermedad hepática, tales como la ingesta excesiva de alcohol o la obesidad.
Además, es necesario identificar posibles casos de reinfección y hacer el seguimiento clínico. Este proyecto se alinea con los objetivos de eliminación de HCV de la Organización Mundial de la Salud para 2030. Las estrategias de reducción de daño hepático, el aumento de la monitorización y la educación en poblaciones con alto riesgo de reinfección son necesarias para lograr esos objetivos.
Retos y complicaciones de la investigación sobre VHC
El VHC es una enfermedad silenciosa porque las personas pueden infectarse y no saberlo, de forma que la mayoría de ellas pueden desarrollar una infección crónica que puede causar problemas graves en el hígado. Estos problemas pueden verse agravados por hábitos poco saludables como la ingesta de alcohol, una dieta hipercalórica, tabaquismo y sedentarismo, que pueden persistir incluso después de la erradicación del virus si se genera una despreocupación de los hábitos saludables una vez se ha obtenido la cura.
Uno de los retos es la necesidad de educación de poblaciones con alto riesgo de reinfección para evitar que personas ya curadas puedan volver a padecer la enfermedad causada por una nueva infección.
En paralelo, el Grupo de investigación en Hepatología y Trasplante Hepático desarrolla otro estudio en la población de referencia del Hospital Universitari i Politècnic La Fe de València en el que se cita, de forma aleatoria, a ciudadanos para realizar un test rápido de detección de la infección. De esta forma, no solo se intenta detectar nuevos casos en poblaciones de alto riesgo, sino también en la población general.
Una complicación en este estudio es la baja tasa de respuesta de la población, que no acude a realizar la prueba. El desconocimiento general sobre esta infección, sobre cómo se trasmite, lleva muchas veces a pensar en la imposibilidad de ser portadores de la misma, una circunstancia que complica la detección de casos en etapas tempranas de enfermedad hepática, cuando todavía no hay manifestaciones clínicas de la misma.