Giorgio Atella es secretario de la Junta de Personal del Área de Salud de Castellón -y representante del sindicato CSI-CSIF en la misma- y ha estado presente en todas las negociaciones y reuniones que se han celebrado en los últimos años con respecto a las condiciones laborales del personal sanitario integrado en esa área. Hoy Comentamos TV ha compartido con él unos minutos para que nos cuente su visión de la actualidad laboral y cómo están afectando a enfermeras y médicos (entre otros colectivos de la sanidad) las últimas decisiones tomadas por el Consell para reducir la deuda sanitaria.
Este médico de Atención Primaria con más de 20 años de experiencia laboral es uno de los encargados de negociar las condiciones laborales del área de salud de Castellón aunque se lamenta de que «ahora mismo sólo acudimos a las reuniones como meros espectadores ya que la administración del área no quiere negociar nada, tan sólo imponer sus condiciones y anunciar los cambios que realizan desde Sanitat unilateralmente y sin previa negociación», explica Atella. Según el representante sindical esta situación viene repitiéndose desde hace meses. «Sí que nos convocan a las reuniones pero no quieren escuchar nada de lo que tienen que decir los empleados y los profesionales de la sanidad», se lamenta. «Ahora mismo no hay negociación abierta y los sindicatos tan sólo tiene un cauce de actuación para oponerse a las medidas de recorte, la movilización en la calle y en los centros sanitarios», explica Atella.
La realidad de los profesionales de Enfermería es un constante goteo de recortes desde 2010. «Desde ese año hemos perdido una paga extra, parte del complemento de carrera y un 5% de nuestro salario de media. Todo el peso recae sobre los profesionales de la sanidad y, a cambio, no aceptan ni una sola medida de gestión propuesta desde los sindicatos ni las organizaciones científicas o colegiales», añade Atella.
La última medida tomada por el Consell, la reducción de dos horas vespertinas en las urgencias no hospitalarias (con las sospechas por parte de los sindicatos de que no serán tan sólo de dos horas), ha provocado que salten las alarmas entre los miembros sindicales de la Junta de Personal. «Creemos que es una medida totalmente contraproducente y que responde a simples criterios económicos pero que no tiene en cuenta las graves consecuencias que va a tener en la asistencia ordinaria en Atención Primaria y en las urgencias hospitalarias, que se van a ver saturadas con más demanda por parte de los usuarios. Esto va a reducir los horarios de atención de que disponen los médicos y las enfermeras y, evidentemente, va a reducir la calidad asistencial aún más», critica Atella. Gabriel Ferrándiz/COECS.