Cuatro investigadores del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad CEU Cardenal Herrera, Begoña Ballester, Enric Poch, Ignacio Pérez Roger y José Terrado, han sido premiados por su estudio sobre el papel de la proteína RhoE en la neurorregeneración del cerebro adulto. Este equipo, en colaboración con investigadores del CIPF, la Universitat de València y el Centre de Regulació Genómica (CGR) de Barcelona, ha demostrado que, en ausencia de esta proteína, las células madre neuronales proliferan más en la zona subventricular, pero migran peor y presentan graves alteraciones en su diferenciación final. Esta investigación, recientemente publicada en la revista Brain Structure & Function, una de las más prestigiosas en las áreas de Neurociencias y Anatomía, ha recibido una mención de honor en los Premios Ángel Herrera a la Investigación en Ciencias Experimentales, entregados en Madrid el pasado 22 de enero.
La investigación, liderada por la profesora del Departamento de Ciencias Biomédicas de la CEU-UCH Begoña Ballester, se ha centrado en el papel de la proteína RhoE en la zona subventricular, una de las pocas áreas del cerebro en las que se ha demostrado que existen estas células progenitoras neurales, capaces de originar nuevas neuronas, incluso en individuos adultos. Utilizando ratones modificados genéticamente que carecen de la expresión de esta proteína, la investigación ha permitido comprobar que, en la zona subventricular, las células madre neurales se multiplican de manera mucho más activa que en ratones control. Sin embargo, estas células aparecen desorganizadas en ausencia de RhoE, ya que los contactos entre ellas, necesarios para su correcto desplazamiento por la corriente migratoria rostral, están alterados y, en consecuencia, su capacidad migratoria se ve reducida, por lo que llegan en menor cantidad a su destino en el bulbo olfatorio, donde se diferencian en varios tipos de neuronas.
Una vez en el bulbo olfatorio, la ausencia de RhoE produce también una drástica reducción, de hasta un 90%, en uno de los tipos neuronales a los que estas células madre neurales dan lugar, el conocido como calbindina+. Además, este efecto negativo en la diferenciación neuronal, que es detectable en el momento del nacimiento de los ratones genéticamente modificados sobre los que se ha realizado el estudio de la CEU-UCH, parece ser independiente de las alteraciones en la proliferación y la migración, que se registran a los quince días de vida en los modelos experimentales desarrollados en ratones.
Uso terapéutico futuro
Según señala la profesora de la CEU-UCH Begoña Ballester, “todos estos resultados revelan que RhoE es una proteína esencial para el desarrollo de las células madre del sistema nervioso central, en su correcta multiplicación, migración y diferenciación”. La investigadora de la CEU-UCH destaca que “conocer cómo funcionan estas células progenitoras neurales no es sólo importante para saber cómo se forma el sistema nervioso, sino también para el desarrollo futuro de nuevas terapias aplicables a enfermedades neurodegenerativas”.
Según apunta Begoña Ballester, “uno de los hitos de las neurociencias en los últimos 25 años ha sido el descubrimiento de la capacidad regenerativa del cerebro adulto, demostrando que las células madre neurales son fuente de nuevas neuronas y células de la glía a lo largo de toda la vida. Por tanto, el avance en el conocimiento de los factores que intervienen en la biología de estas células permitirá conocer mejor este sistema y, eventualmente, facilitar la posibilidad de su uso terapéutico”. De hecho, “estamos actualmente iniciando los estudios para conocer el papel que RhoE pudiera tener en los procesos de mielinización del sistema nervioso central y en enfermedades neurodegenerativas que cursan con alteraciones en la capa de mielina, o desmielinizantes”. CEU-UCH.