La primera vacuna contra la malaria ha obtenido luz verde por parte de la Agencia Europea del Medicamento (AEM) y podría comenzar a usarse antes de final de año. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) cada año mueren en todo el planeta alrededor de 600.000 personas a causa de esta enfermedad, el 90% de las cuales son niños menores de cinco años.
Mosquirix, también conocida por su nombre científico RTS,S y en cuyo desarrollado ha participado el Instituto de Salud Global de Barcelona, demostró en un ensayo clínico realizado durante cinco años en 11 centros de investigación africanos que era capaz de reducir los casos de malaria en un 36% en niños vacunados a partir de los cinco meses de edad y en recién nacidos de entre 6 y 12 semanas, un 26%. Pese a su eficacia parcial, esta vacuna, junto a otras medidas de prevención como el uso de mosquiteras impregnadas en insecticida, puede ayudar a controlar los estragos que causa la malaria en la población infantil.
Según ha explicado en un comunicado la AEM, ha realizado una evaluación científica positiva de RTS,S para que sea utilizada fuera de la Unión Europa porque “los beneficios de Mosquirix superan los riesgos en los grupos de edad estudiados”. Asimismo, ha valorado que esta vacuna puede ser significativamente importante para los niños que residen en zonas de alta transmisión, como Burkina Faso, Ghana y Mozambique, en donde la mortalidad es muy elevada.
“Esta primera vacuna contra la malaria es un avance científico fundamental y representa la vanguardia de lo que las inversiones en investigación y desarrollo pueden lograr para las enfermedades relacionadas con la pobreza. La valoración positiva de la AEM es un importante paso en el camino que todavía nos queda por recorrer para, a largo plazo, conseguir eliminar la enfermedad”, afirma la doctora Regina Rabinovich, directora de la Iniciativa para la Eliminación de la Malaria de ISGlobal.
La RTS,S protege contra el Plasmodium falciparum, el parásito que causa la malaria, y ha sido desarrollada por la farmacéutica GlaxoSmithKline (GSK) con el apoyo financiero de la Fundación Bill & Melinda Gates a través de su iniciativa para la Vacuna de la Malaria. GSK se ha comprometido a poner un precio que sólo cubra el coste de fabricación de la vacuna más un pequeño beneficio del 5% que asegura que se reinvertirá en investigar más la malaria y otras enfermedades tropicales. El precio final de cada dosis podría rondar los 4,5 euros, similar a lo que cuestan las mosquitera impregnadas en insecticida.
El siguiente paso es ahora esperar la evaluación de la OMS, que tomará en consideración factores distintos a la AEM, como por ejemplo la relación entre coste del producto y tasa de efectividad. De aprobar finalmente su uso, como todo parece indicar, a continuación los comités científicos y regulatorios de cada país en el que la malaria es endémica deberán también dar el visto bueno a la nueva vacuna. Si se superan todos esos requisitos, afirma ISGlobal en un comunicado, “la RTS,S se convertiría en la primera vacuna jamás utilizada por la salud pública contra una enfermedad parasitaria”.