LA AGENCIA DE LOS MEDICAMENTO ALERTA ANTE LAS REACCIONES DIVERSAS QUE PROVOCA EL CALOR EN LOS FÁRMACOS

En el marco de las actuaciones generales realizadas en el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad dirigidas a la prevención de los efectos de posible ola de calor en las personas, procede ofrecer un conjunto de recomendaciones específicas en relación con los medicamentos, de forma similar a las realizadas en períodos estivales anteriores.

Se recomienda consultar la página de Internet del Ministerio donde se describe el Plan de Prevención de Efectos de Altas Temperaturas. Las altas temperaturas existentes durante el periodo estival son un factor a tener en cuenta por su posible influencia, fundamentalmente, en terapias farmacológicamente prolongadas en el tiempo y en pacientes polimedicados, principalmente de edad avanzada.

Con la intención de ofrecer recomendaciones a los profesionales sanitarios al cuidado de los enfermos, en particular con enfermedades crónicas, el Departamento de Medicamentos de Uso Humano de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), ha elaborado la presente revisión con recomendaciones en caso de ola de calor, incluida información sobre la conservación de los medicamentos en estos periodos. Así mismo, se incluye información sobre situaciones clínicas especiales en 4 grupos de pacientes, en los que se indican acciones a tener en cuenta en caso de ola de calor, e información sobre cómo controlar la temperatura corporal y cómo conservar y utilizar los medidores de glucemia.

Finalmente, se recuerda a los profesionales sanitarios que deben notificar todas las sospechas de reacciones adversas asociadas al uso de medicamentos (de síntesis química, vacunas, biotecnológicos, hemoderivados, gases medicinales, plantas medicinales, radiofármacos, etc.), principalmente de medicamentos nuevos sujetos a seguimiento adicional, a los Centros Autonómicos de Farmacovigilancia, cuyos datos de contacto se pueden consultar en el Directorio de Centros Autonómicos del Sistema Español de Farmacovigilancia de Medicamentos de uso Humano (SEFV-H), disponible en la Web de la AEMPS (www.aemps.gob.es). Desde enero de 2013 la AEMPS ha puesto en marcha un portal de acceso al SEFV-H para la notificación telemática de las sospechas de reacciones adversas a medicamentos (RAM), tanto por los profesionales sanitarios como por los ciudadanos, directamente (https://www.notificaRAM.es/). Esta dirección de Internet está incluida en los prospectos (para los pacientes) y en las fichas técnicas (para los profesionales sanitarios) como una vía complementaria a las habituales para notificar al Programa de Notificación Espontánea del SEFV-H.

1. Los principales grupos de población en situaciones de calor extremo son los ancianos, los lactantes y los niños, las personas con una afección crónica que requieran medicamentos, en particular con afecciones severas, y las personas dependientes. El aislamiento social también aumenta su fragilidad.

2. En caso de ola de calor, los medicamentos a tener en cuenta son los susceptibles de:

2.1. Agravar un síndrome de agotamiento–deshidratación o de golpe de calor, como los siguientes: • Medicamentos que provocan alteraciones en la hidratación y / o trastornos electrolíticos. • Medicamentos que pueden afectar la función renal. • Medicamentos cuyo perfil farmacocinético puede ser afectado por la deshidratación. • Medicamentos que pueden alterar la termorregulación central o periférica.

2.2. Inducir una hipertermia;

2.3. Agravar indirectamente los efectos del calor (véase las tablas 2 y 3).

3. La adaptación de un tratamiento con medicamentos en curso debe considerarse caso a caso. En ningún caso está justificado considerar desde el principio, y sistemáticamente, una reducción o interrupción de los fármacos que pueden interactuar con la adaptación al calor del propio organismo.

4. Se recomienda a los profesionales sanitarios:

4.1. Proceder a evaluar completamente el estado de hidratación (evaluación clínica, evaluación de la ingesta de líquidos, medición del peso, de la frecuencia cardiaca, de la presión arterial y del balance electrolítico completo con la creatininemia y la evaluación del aclaramiento de creatinina) antes de tomar cualquier decisión terapéutica;

4.2. Controlar periódicamente el estado de hidratación y los factores de riesgo;

4.3. Revisar la lista de los medicamentos utilizados por el paciente, e identificar aquellos que pueden alterar la adaptación del organismo al calor (ver tabla recapitulativa).

4.4. Revaluar la necesidad de cada uno de los medicamentos y suprimir cualquier medicamento que parezca ser inadecuado o no indispensable; en particular aquellos que pudiesen alterar la adaptación del organismo al calor.

4.5. Evitar la prescripción de medicamentos antinflamatorios no esteroideos (aspirina, AINE clásicos, inhibidores de la COX-2), especialmente nefrotóxicos en caso de deshidratación.

4.6. En caso de fiebre, evitar la prescripción de paracetamol debido a su ineficacia para tratar la insolación y por el posible empeoramiento de enfermedad hepática, a menudo presente.

4.7. Cuando se prescriba un diurético, se debe verificar que la ingesta de líquidos y de sodio están adaptadas.

4.8. Recomendar a los pacientes que no tomen ningún medicamento sin consejo médico, incluidos los medicamentos sin receta.

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