La Organización Nacional de Trasplantes (ONT) ha denunciado al protagonista del artículo ‘El hígado chino de Oscar’, en el que narra su viaje a China en 2008 para realizarse un trasplante a cambio de una “fuerte suma de dinero” y hace, a juicio de la mencionada entidad, apología del ‘turismo de trasplantes’, al mostrarse ‘dispuesto a ayudar’ a otras personas que estén interesadas en hacer lo mismo. En este sentido, la ONT recuerda, a través de un comunicado, que el turismo de trasplantes y el tráfico ilegal de órganos e incluso el anuncio de compra-venta de órganos o la promoción y la publicidad de este tipo de prácticas constituyen una práctica ilegal, que puede conllevar hasta 12 años de cárcel según la reforma del Código Penal, aprobada en junio de 2010.
Esta entidad junto con la Organización Mundial de la Salud (OMS), Naciones Unidas, el Consejo de Europa, y la Sociedad Internacional de Trasplantes consideran que la compra venta de órganos y el turismo de trasplantes constituye una violación de los derechos humanos fundamentales.
En el caso del denominado’ turismo de trasplantes’, la ONT señala que también impide que los pacientes de los países a los que se viaja puedan cubrir sus necesidades adecuadamente, “a lo que se suman los importantes problemas de salud en los pacientes trasplantados en estas circunstancias”. Por ello, en su opinión, estas declaraciones, además de ser “éticamente inaceptables”, “pueden ser constitutivas de un delito, de acuerdo con el artículo 156 bis del Código Penal español”.
Esta reacción se produce después de que el pasado domingo, 5 de mayo, en el suplemento V que se distribuye junto con todos los periódicos del grupo Vocento , se publicase el citado artículo. “En contra de lo que refleja el reportaje, la compra de un órgano para trasplante en China está considerada ilegal desde el año 2007, en el que se prohibió el comercio relacionado con órganos humanos”, añade.
Y es que, en sus palabras, el gobierno chino ha realizado ya una serie de reformas para regularizar y reducir la utilización de órganos para trasplantes obtenidos de personas ejecutadas. “Una decisión que ha sido apoyada de manera rotunda por toda la comunidad trasplantadora internacional”, asevera. ConSalud.