El embarazo es un período con numerosos cambios corporales en la mujer, por ello es muy importante prestar atención a su recuperación física tras el parto o cesárea.
La zona perineal es la más castigada durante los 9 meses de gestación y el parto. Y así, pueden ser causa de problemas como la incontinencia urinaria, incontinencia fecal (escapes de aires o heces), prolapso (descenso de alguna víscera pélvica como la vejiga, útero o recto) o dolores perineales por las cicatrices de los desgarros, episiotomías o cicatriz de cesárea.
Sin embargo, en mujeres especialmente activas, para las que el deporte forma parte de su rutina diaria, la vuelta a estas actividades tras ser madres se convierte casi en una necesidad. En este sentido, conviene prestar atención a los especialistas en suelo pélvico.
“Durante las primeras 6-8 semanas posparto no se debe practicar ninguna actividad que suponga bipedestación prolongada, carga de pesos o impacto para permitir que los tejidos vayan recuperándose de las presiones, tensiones, estiramientos y posibles lesiones derivadas de la gestación, parto o cesárea”, afirma Carla Talens, fisioterapeuta especializada en suelo pélvico del Hospital Vithas Nisa 9 de Octubre. “Sin embargo”, añade, “sí que es recomendable mantenerse activa; salir a caminar períodos cortos de tiempo, realizar ejercicios circulatorios, respiratorios, estiramientos suaves… “.
También hay que respetar los procesos de cicatrización de las posibles episiotomias, desgarros o cicatrices de cesárea por lo que se desaconseja sumergirse en una bañera, piscina o mar durante las primeras 6-8 semanas (“la cuarentena”).
La “tripa” tras el embarazo
Tras el embarazo, se produce la diástasis abdominal, un abombamiento de la tripa por debilidad y separación de la pared muscular y del tejido conectivo del abdomen. En concreto, tiene lugar porque los músculos abdominales se separan por la debilidad que presentan los tejidos, y ante un aumento del volumen de la zona debido a un embarazo.
“La diástasis abdominal en muchos casos no se recupera en su totalidad quedando el abdomen con menor capacidad de contención y facilitando así la aparición a largo plazo de hernias, dolores lumbares o patología perineal”, afirma Carla Talens.
“Es por ello por lo que se debe realizar una revisión posparto por parte de un fisioterapeuta especialista en patología abdómino-perineal, con objeto de determinar posibles lesiones musculoesqueléticas derivadas del embarazo o parto y así poder establecer un tratamiento preventivo o terapéutico para cada caso”.
¿Quién debe acudir a la valoración fisioterápica posparto?
“Toda mujer que haya sido mamá bien sea por parto vaginal o por cesárea debería someterse a una valoración fisioterápica postparto ya que los cambios corporales se producen durante los 9 meses de gestación en todos los casos”, afirma Carla Talens.
La valoración se hará a partir de las 8 semanas posparto ya que durante ese tiempo el cuerpo experimenta una recuperación espontánea.
A partir de entonces es cuando los especialistas aconsejan valorar qué falta por recuperar tanto en abdomen como en periné e iniciar un tratamiento.