Hasta un 70% de los pacientes que sufren un ictus en el hemisferio derecho también padecen «negligencia». A consecuencia de este trastorno, tienen serias dificultades para atender el lado izquierdo de su cuerpo, así como del medio que les rodea.
Según explica el Dr. Joan Ferri, director del Servicio de NeuroRehabilitación de Hospitales Nisa, «en el día a día, estas personas con frecuencia se dejan la parte izquierda de la comida en el plato, no intentan ponerse la parte izquierda de la ropa al vestirse, leen solo la parte derecha de un texto e incluso, si caminan, se chocan con puertas u obstáculos presentados en el lado izquierdo. A pesar de ello, en la mayoría de los casos, estos pacientes no suelen ser conscientes de sus déficits y a las personas encargadas de su cuidado les resultar difícil de entender por qué se comportan de esta manera».
Por este motivo, el Servicio de NeuroRehabilitación de Hospitales Nisa ha desarrollado un estudio sobre la visión de los pacientes con negligencia que recientemente ha sido publicado por la prestigiosa revista Journal of Neuropsychiatry and Clinical Neuroscience. Sus resultados ayudan a comprender mejor los problemas que presentan los pacientes negligentes y seguro que ayudarán a diseñar herramientas de tratamiento más eficaces, puntualiza el Dr. Noé.
Hasta la fecha la valoración de la «negligencia» se realizaba mediante tareas de lápiz y papel en las que el sujeto debía leer letras, cancelar números o tachar estrellas, lo que permitía al examinador valorar de forma cuantitativa las omisiones situadas en el lado izquierdo del paciente. Aunque, gracias a los actuales sistemas de tracking visual, en la actualidad, ya es posible comprobar, no solo de forma cuantitativa, sino también cualitativamente “como ven estos enfermos”.
Esta técnica se ha implantado recientemente en Hospitales Nisa con el fin de evaluar de forma objetiva y a la vez percibir de forma cualitativa los problemas de negligencia de sus pacientes. Mediante la presentación de una sencilla lámina, el sistema permite captar los movimientos oculares del paciente mientras observa los elementos que componen la lámina.
Una vez finalizado el barrido visual, el sistema realiza una estimación por áreas o zonas de barrido que permite comprobar aquellos elementos en los que el paciente detiene su atención y, lo que es más importante, aquellos elementos que el paciente «ignora», datos que son esenciales para su rehabilitación, según explica Loles Navarro, coordinadora del Servicio de NeuroRehabilitación Nisa Valencia al Mar. Hospitales Nisa / COECS.