LOS HOSPITALES VITHAS NISA ALERTAN DE QUE EL RIESGO DE ICTUS SE PUEDE REDUCIR HASTA EN UN 40% TOMANDO DETERMINADOS ALIMENTOS

Desde los Hospitales Vithas han alertado de que el Ictus es la segunda causa de muerte en España, y la primera entre las mujeres, y afecta a 130.000 personas cada año.  Con motivo del Día Mundial del Ictus, desde estos centros hospitalarios han querido difundir el alcance, las consecuencias y explicar cuáles son las posibles medidas de prevención, entre las que la alimentación es un elemento esencial.

Tomar un alimento concreto puede ayudar a proteger al cerebro contra esa catástrofe devastadora, señala la Dra. Belén Moliner, Directora Médico del Servicio de NeuroRehabilitación de Hospitales Vithas Nisa. De hecho, matiza que son varios los estudios realizados hasta la fecha que concluyen que es posible incluso reducir entre un 20-40% la probabilidad de sufrir un ictus o de morir por su causa, si se realiza el consumo de algunos alimentos como frutas u hortalizas.

De hecho, desde hace más de una década que los investigadores científicos señalan que comiendo frutas y hortalizas se previene la incidencia de ictus y se mitigan los daños en caso de producirse. Sin ir más lejos, un estudio realizado en la Universidad de Oslo, por el Dr. Hjartaker et al, analizó una muestra de varones durante 30 años, observando que la tasa de ictus se reducía en un 20% en aquellos que seguían una alimentación rica en verduras y frutas, en concreto en aquellos que de consumían estos productos 27 días al mes.

Desde los Hospitales Vitha han detallado que también son varios los estudios que achacan al tomate la posibilidad de reducir el ictus más de un 50%. En 2015, la revista científica Neurology (la publicación oficial de la American Academy of Neurology) revelaba, en relación a este dato, que aquellos hombres que poseían niveles más altos de licopenos en sangre presentaban un menor riesgo de sufrir un evento cardiovascular.

Junto a estos datos, Carlos Verdú, nutricionista del Servicio de NeuroRehabilitación de Hospitales Vithas Nisa, señala que «el efecto protector de la zanahoria, la espinaca y otras hortalizas ricas en carotenos se debe a la actividad antioxidante de ese compuesto, que evita que el colesterol se vuelva tóxico y pueda formar placas y coágulos en las arterias». Y, puntualiza que «otros alimentos ricos en betacaroteno son las hortalizas de hojas de color verde oscuro, como la col rizada y la col común y, también, las de color anaranjado oscuro, como el boniato y la calabaza».

Introducir el pescado azul y el potasio en la dieta

Un estudio publicado en 2011 en la revista Stroke, detectó una relación inversa entre el consumo de pescado azul y el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular. Los ácidos grasos omega-3 presentes en el pascado azul, como las sardinas, disminuyen el riesgo de sufrir un ictus isquémico, en un 39%, según los datos publicados en la revista de Neurología en 2016, en una revisión bibliográfica sobre los factores dietéticos asociados al ictus.

Los ácidos grasos omega 3 del pescado realizan varios «milagros» en la sangre, disminuyendo la probabilidad de padecer un ictus e incluso, cuando ocurren, el daño es menor si hay altos niveles de esos ácidos grasos en la sangre. Esto se debe a que la grasa omega 3 puede modificar la sangre, haciéndola menos propensa a la coagulación y, como es natural, previniendo la obstrucción de los vasos sanguíneos cerebrales.

Durante 11 años, han detallado desde los Hospitales Vithas Nisa, investigadores han estudiado a 90.137 mujeres posmenopáusica, de entre 50 y 79 años, y concluyeron que las mujeres que consumieron la mayor cantidad de potasio tenían un riesgo de un 12% menos a sufrir un accidente cerebrovascular en general y 16% menos de sufrir un accidente cerebrovascular isquémico que aquellas que tomaban menos cantidad del mineral, estos resultados también fueron recogidos por la revista Stroke en 2014.

Los alimentos ricos en potasio, como por ejemplo los plátanos, ayudan a reducir la presión arteria y preservan la elasticidad y la función normal de las paredes arteriales, inmunizando los vasos sanguíneos contra el daño producido por la presión alta.

“A medida que la persona envejece, las probabilidades de sufrir un ictus o accidente cerebrovascular aumentan de forma permanente. Sin embargo, existen pruebas abrumadoras de que los alimentos pueden disminuir radicalmente las probabilidades de sufrir este tipo de lesión cerebral, sus secuelas e incluso determinar si ha de ser mortal o no, de ahí que consideremos clave difundir este tipo de mensajes que son tan fáciles de implementar en nuestra vida diaria”, afirma el Dr. Joan Ferri, Responsable del Servicio de NeuroRehabilitación de Hospitales Vithas Nisa. COECS / Hospitales Vithas Nisa.

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