Una llamada de teléfono o el gas que usamos para cocinar o calentar el agua tienen un coste económico que, en ocasiones, no responde al uso real que hacemos de la energía y las comunicaciones. Las tarifas de este tipo de servicios son las que despiertan mayor recelo entre los consumidores debido a su opacidad y a las constantes quejas que generan por abusos o cargos indebidos.
Para aclarar un poco el panorama de lo que nos cuesta a los ciudadanos la energía y las comunicaciones y aprender a leer una factura el abogado del Colegio Oficial de Enfermería de Castellón, José Pascual Fernandez, ha dado una charla a los jubilados del colectivo de Enfermería.
Los asistentes tienen muy claro que es importante entender la factura de la luz, el gas o el teléfono ya que, a lo largo del año, se pueden producir importantes diferencias económicas entre el consumo real y el cobrado por las compañías.
Si usted tiene dudas sobre su facturación recuerde que hay numerosas agrupaciones de consumidores dónde puede informarse sobre este asunto y reclamar sus derechos como usuario. Gabriel Ferrándiz/COECS