Según establece la Asociación Española de Pediatría (AEP) existe una ligazón muy evidente entre el colecho, la lactancia materna y el síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL). «El colecho -práctica de dormir con el niño en la misma cama- es una costumbre extendida de forma desigual por todo el mundo. En países asiáticos como Japón se realiza de forma habitual durante los primeros años de vida. Sin embargo, en países occidentales, entre ellos España, esta práctica es mucho menos común. Es importante distinguir el colecho de la cohabitación, en la que el niño duerme en la misma habitación que sus padres pero sin compartir la cama», explican en la AEP.
Por otra parte, el síndrome de la muerte súbita del lactante se define como «muerte súbita de un niño de menos de un año de edad que ocurre aparentemente durante el sueño y que permanece sin explicación después de la realización de una minuciosa investigación postmortem. Esto es, toda muerte no esperada de un lactante menor de un año de edad, fuera pues de un contexto de enfermedad en evolución, y que está relacionada u ocurre durante el tiempo de sueño y, por tanto, generalmente no presenciada. Es un problema social y médico de primera magnitud, ya que es la principal causa de muerte postneonatal en los países industrializados», explican desde la AEP.
En la última década se ha estudiado con detalle la relación entre el SMSL y otros factores, entre ellos la lactancia materna y el colecho. El Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría (CLMAEP) realizó una revisión de este tema en el año 2012, concluyendo que no existía evidencia científica que desaconsejara la práctica del colecho en bebés amamantados sin factores de riesgo. Así, unos padres con información adecuada sobre los factores de riesgo que predisponen a la muerte súbita podrían tomar la decisión que consideraran más adecuada acerca del colecho con su hijo. Y en el caso de que existieran factores de riesgo, particularmente en lactantes menores de 3 meses de edad, se recomendaría la cohabitación como alternativa al colecho, con la cuna del bebé próxima a la cama de los padres o con una cuna tipo sidecar.
Las recomendaciones básicas de la AEP
Teniendo en cuenta todas las consideraciones mencionadas, el Comité de Lactancia Materna de la AEP y el Grupo de Trabajo de Muerte Súbita Infantil de la AEP han realizado una nueva revisión sobre este controvertido tema del colecho llegando a la conclusión de que la forma más segura de dormir para los lactantes menores de seis meses «es en su cuna, boca arriba, cerca de la cama de sus padres. Existe evidencia científica de que esta práctica disminuye el riesgo de SMSL en más del 50%. Además, la lactancia materna tiene un efecto protector frente al SMSL y, por otro lado, el colecho es una práctica beneficiosa para el mantenimiento de la lactancia materna, pero también se considera un factor que aumenta el riesgo de SMSL por lo que no debe ser recomendado en lactantes menores de tres meses de edad (y prematuros con bajo peso al nacimiento)», explcian en su documento de consenso los pediatras.
Otras recomendaciones que hacen estos expertos son que no se realice colecho en caso de «padres que consuman tabaco, alcohol, drogas o fármacos sedantes, tampoco en situaciones de cansancio, especialmente de cansancio extremo, como el postparto inmediato y que se evite el colecho sobre superficies blandas, colchones de agua, sofá o sillones. Tampco es aconsejable compartir la cama con otros familiares, con otros niños o con múltiples personas».
Aquellos padres que deseen mantener una mayor proximidad con su bebé durante la noche, pueden optar «por colocar la cuna al lado de la cama o utilizar una cuna tipo sidecar (superficie independiente adosada a la cama de los padres), que facilita la lactancia y no interfiere con la frecuencia de las tomas de pecho».
Puedes acceder al documento íntegro elaborado por la AEP en el siguiente enlace. Gabriel Ferrándiz/COECS.