Fumar y padecer EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) aumenta entre 2 y 5 veces el riesgo de padecer cáncer de pulmón, según han advertido los expertos internacionales en enfermedades respiratorias que participaron en la primera edición de la ‘Barcelona-Boston Lung Conference’.
El encuentro ha reunido por primera vez a científicos y médicos de las ciudades de Barcelona y Boston (EEUU), dos capitales que son referentes internacionales en la investigación respiratoria.
Los especialistas debaten en Barcelona las novedades de las investigaciones en enfermedades de las vías aéreas y en EPOC, una patología que afecta al 10% de los españoles mayores de 40 años.
El encuentro fue coordinado por el director del Instituto del Tórax del Hospital Clínic de Barcelona, Alvar Agustí, y por el profesor de Medicina de la Universidad de Harvard, Bartolomé Celli.
Según ha explicado Agustí, «una de las cuestiones que se han abordado en la reunión y que suscitan un mayor interés es la relación entre la EPOC y el cáncer de pulmón, dos patologías que resultan de un mismo agente: el tabaco, y que, a su vez, interaccionan entre ellas».
«Aunque el tabaco es el principal factor de riesgo de EPOC y cáncer de pulmonar, no todos los fumadores desarrollan dichas patologías. Sin embargo, los fumadores con EPOC tienen un riesgo más elevado de presentar cáncer de pulmón», ha subrayado Agustí.
«Si tenemos en cuenta esto, y entendemos por qué ocurre, podremos prevenir el desarrollo del cáncer centrando nuestros esfuerzos en su diagnóstico precoz en aquellos fumadores que, además, tienen EPOC», ha añadido el director del Instituto del Tórax.
Aunque los mecanismos por los que la EPOC produce un aumento del riesgo de aparición de tumores pulmonares apenas se conocen, los neumólogos coinciden en que la inflamación crónica probablemente desempeña un papel clave en la desarrollo del cáncer de pulmón en los pacientes con EPOC.
Diferencias entre fumar de forma compulsiva o relajada
«Que el tabaquismo acabe traduciéndose en un tumor o no va a depender de variables tanto genéticas como ambientales, por ejemplo de cuánto y cómo se fuma. Sabemos que hay diferencias entre fumar de forma compulsiva o de forma relajada», ha señalado Agustí.
Según este neumólogo, «el hecho de aspirar el humo del tabaco rápidamente hace que la temperatura en la punta del cigarrillo aumente y, con ello, el tipo de combustión y de productos presentes en el humo del tabaco».
Los organizadores de este encuentro destacaron que varios estudios han demostrado que el humo de los cigarrillos aumenta la expresión de ciertas citocinas que, a su vez, promueven la respuesta inflamatoria, un fenómeno probablemente clave en el crecimiento tumoral y en el desarrollo de metástasis.
Las investigaciones también han implicado a esas citocinas en la progresión de la EPOC y en el desarrollo de efectos sistémicos como la enfermedad cardiovascular, la disfunción muscular y la pérdida de peso que suelen presentar estos pacientes.
Los organizadores del primer encuentro «Barcelona-Boston Lung Conference», que cuenta con la colaboración de la farmacéutica Menarini, han explicado que esta reunión nace «con la voluntad de constituirse en un foro anual de debate científico al más alto nivel posible sobre diversos aspectos de las enfermedades respiratorias».
Además de la excelencia científica y la voluntad de debate, esta reunión también se propone identificar a investigadores jóvenes de futuro.
«Hemos invitado a investigadores menores de 45 años a enviar los resultados más recientes y novedosos de los proyectos que puedan estar desarrollando en el ámbito de las enfermedades de las vías aéreas. De entre todos los participantes, los ocho mejores ‘abstracts’ elegidos por la organización de la conferencia presentan oralmente en este foro sus investigaciones para que sean discutidas entre los asistentes», ha informado el doctor Agustí. La Vanguardia. Menarini.