Los hospitales de Sant Joan de Déu de Esplugues de Llobregat y Clínic de Barcelona han operado por primera vez en el mundo con éxito a un feto de 21 semanas que tenía una obstrucción en la laringe, una patología que en la mayoría de las ocasiones acaba con la muerte antes de nacer. La operación, que tuvo lugar el 14 de marzo de 2012, se ha dado a conocer este jueves, diez meses después del nacimiento del niño, llamado Gonzalo, que lleva una vida normal y sin secuelas.
La paciente fue enviada a Barcelona desde el Hospital de Cartagena, donde detectaron que el feto tenía los pulmones muy dilatados y ello comprimía el corazón y podía derivar en un fallo cardiaco.
«Dábamos todo por perdido, nos dijeron en Cartagena que teníamos que abortar, pero que antes fuéramos a Barcelona», ha relatado Francisco, el padre del bebé, ante los medios de comunicación.
En Barcelona, los médicos confirmaron que la laringe del feto estaba totalmente obstruida, lo que impedía que los pulmones expulsaran sus secreciones por la tráquea, y ofrecieron a los padres una intervención para desobstruir la laringe, algo que se había intentado tres veces en el mundo sin éxito.
El equipo de cirugía fetal de Sant Joan de Déu y del Clínic operó el feto en el vientre de la madre, introduciendo un fetoscopio –un endoscopio especial de sólo 3 milímetros de grosor– que confirmó que la laringe estaba obstruida por una membrana que, posteriormente, perforaron y eliminaron.
El jefe del servicio de cirugía fetal, Eduard Gratacós, ha explicado que «la operación se estuvo preparando durante una hora y media para inmovilizar al feto y colocarlo en la posición idónea, y la cirugía en sí duró tan sólo 22 minutos».
Esta es la primera vez en el mundo que se desobstruye una laringe en un feto en el vientre materno, una operación «que es muy compleja ya que es difícil llegar a la tráquea sin romper nada», ha dicho Gratacós. La obstrucción laríngea es una malformación extraña que provoca la muerte a la mayoría de fetos que la sufren, y los que sobreviven acaban falleciendo o con secuelas muy graves, ya que el tejido pulmonar queda gravemente dañado. EFE