El diario El Mundo publicó el pasado domingo, 11 de septiembre, el artículo de opinión de José Antonio Ávila, presidente del Consejo de Enfermería de la Comunitat Valenciana, CECOVA, sobre la situación de los enfermeros en los centros escolares. A continuación puede leer el arículo íntegro.
Enfermería Escolar: el parche de nunca acabar
No es de nuestro agrado que parezca que no estamos conformes con nada pero es que no nos dan pie a otra cosa. Hemos vuelto de vacaciones y nos hemos visto sorprendidos por dos medidas que impactan directamente en la línea de flotación de la figura de la enfermera escolar en particular y de la enfermera en general.
La primera, la del protocolo de atención sanitaria específica en centros educativos firmado entre las consellerias de Educación y Sanidad; la segunda, la referente a la cobertura de la atención sanitaria de los centros de Educación Especial con enfermeras de Primaria procedentes del centro de salud de referencia.
No llegamos a entender qué es lo que pasa con la enfermera escolar y por qué hay tantas reticencias a la hora de apostar por ella. Bueno, perdón, sí que lo sabemos, el propio Vicente Marzà, conseller de Educación, lo dijo en rueda de prensa: “No tenemos el dinero para poder hacerlo, no tenemos los recursos suficientes y trabajamos con lo que tenemos”. Textual y pobre la respuesta. Pobre porque lo prometido era mucho más.
Se iba a potenciar la labor de Enfermería y se iba a potenciar también la Atención Primaria y ni una cosa ni la otra, ya que las enfermeras brillan por su ausencia en el protocolo citado y porque se va a producir un importante recorte en la Primaria al detraer recursos de los centros de salud para atender los centros de Educación Especial.
La primera de ellas es grave tanto por no contar con nuestras profesionales como por derivar cometidos sanitarios a los docentes y convertirlos en pseudosanitarios. “Tenemos niños diabéticos, niños con asma, niños con alergias, niños con epilepsia, lo único que estamos haciendo es fortalecer a esos maestros que van a ser el primer contacto que tenga un niño que nos encontremos en esta situación (en referencia a un problema de salud), que se da más de lo que nos puede parecer, en tanto llega un profesional sanitario”. Así se pronunció la consellera de Sanidad, Carmen Montón, en la misma rueda de prensa. Y lo dijo tan tranquila.
Dijo que los maestros asumen ese rol de atención sanitaria. Y da igual que digan ella y Marzà que prestan la atención que cualquier ciudadano puede prestar a una persona que pueda tener un problema de salud en la calle, porque enfermeras no podemos tener en todas las calles pero en todos los centros de enseñanza sí que deberíamos tener una, tanto en los de Educación Especial como en los ordinarios.
Nos hemos visto obligados de nuevo a dejar en manos de nuestros servicios jurídicos una decisión de la Administración. Y no ha sido porque no se nos haya consultado ni a docentes ni a sanitarios, ni porque nos hayamos enterado por la prensa. No, no ha sido por eso. Ha sido por algo más grave y es que se pueden estar invadiendo funciones propias de nuestra profesión. Un recorte de plantilla en un centro de salud para atender un colegio de Educación Especial podemos criticarlo por no ser la fórmula más adecuada pero el que se puedan estar usurpando nuestras competencias ya son palabras mayores y si tenemos que acudir a la Justicia lo vamos a hacer. Ya lo estamos estudiando.
No se nos hubiera ocurrido nunca que fuésemos a ver plasmado en una norma que un maestro se iba a encargar de la custodia y administración de medicamentos. A nosotros no nos parece bien pero es que a los profesores tampoco. Así se manifiestan desde el Sindicato Independiente de Enseñanza ANPE, indicando que “ni el sistema educativo ni los docentes tienen como función la asistencia sanitaria del alumnado, ni la formación adecuada para ello”.
Llegados a este punto no nos queda más que pedir que la Administración se replantee estas medidas y rectifique en lo que le estamos demandando los profesionales y la sociedad. Nuestros políticos saben que debería ser así y lo justifican con la falta de dinero.
Demandamos que haya una enfermera escolar en cada centro de Educación Especial a jornada completa, siendo las mismas un recurso de nueva creación para evitar así que se detraiga personal de Primaria. También pedimos su implantación progresiva en el resto de centros para evitar que tengamos maestros metidos a sanitarios.
Si no lo hacemos la Enfermería Escolar será el parche de nunca acabar.