PEDIATRAS Y ASOCIACIONES DE LACTANCIA MATERNA EXIGEN MÁS APOYOS PARA PODER DAR DE MAMAR EN ESPACIOS PÚBLICOS

La información que con frecuencia salta a los medios de comunicación sobre los impedimentos que se plantea a algunas madres por amamantar en sitios públicos supone un obstáculo innecesario para las madres lactantes y sus hijos y puede desanimar a futuras madres y hacerlas desistir de alimentar al pecho a sus hijos. Recientemente una madre fue invitada en Valladolid a abandonar un comercio textil cuando estaba amamantando a su bebé al considerar la empresa que vulneraba su derecho de admisión. Esto provocó una oleada de protestas frente a los comercios de esa marca en todo el territorio nacional incluida Castellón de La Plana.

Desde el Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría, consideran que «la lactancia materna es la forma natural y más saludable de alimentar a los bebés. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y numerosas organizaciones científicas nacionales e internacionales recomiendan y fomentan la lactancia materna exclusiva los seis primeros meses de vida y, continuar con la lactancia materna a demanda, junto con otros alimentos, hasta los 2 años o más, según el niño y la madre lo deseen», explican los técnicos de la AEP en un reciente informe.

Mamare, en positivo

Desde la asociación de lactancia materna Mamare de Castellón destacan la importancia de normalizar esta actividad natural y de trabajar para conseguir objetivos en positivo y no con el enfrentamiento. Su presidenta, Gaudalupe Iserte, señala que «es muy excepcional lo que ha ocurrido en Valladolid y, por suerte, en nuestra provincia no tenemos noticias de situaciones similares. En cualquier caso es mejor defender la lactancia materna con acciones en positivo, mostrándola y promocionándola entre las madres y los profesionales de la salud para que se vaya normalizando su presencia en la vida privada y pública», explica Iserte.

Eso si Mamare, al igual que otras asociaciones de lactancia materna, echa en falta la existencia de una legislación más protectora para el colectivo de madres que han decidido dar le pecho a sus hijos. «En el Reino Unido, por ejemplo, existe una ley que protege a las madres frente a culalquier intento de coacción como el que pudo suceder en Valladolid. En España, por desgracia, seguimos en un limbo legal ya que se contrapone el derecho de admisión de los locales con el derecho de las madres a dar el pecho y no hay una norma que prevalezca sobre la otra», explica Guadalupe Iserte. La presidenta de Mamare señala que es importante, en cualquier caso, optar por la promoción y la lucha en positivo frente a situaciones de injusticia.

Para los pediatras «la lactancia materna es mucho más que un alimento. Existe numerosa evidencia científica de sus múltiples ventajas para la salud física y psíquica de los niños y de las madres y de que disminuye el gasto sanitario. También se ha constatado que los beneficios de la lactancia materna tiene una relación dosis-respuesta, es decir, a mayor duración de la lactancia, menor incidencia de enfermedades».

Según destaca desde la AEP «la lactancia materna, además, favorece una relación muy estrecha entre madre e hijo y la continuidad del vínculo afectivo que se inicia durante el embarazo. Por todo ello, proteger, apoyar y fomentar la lactancia materna debe representar para toda la sociedad  algo cuyo valor es incuestionable y necesario».

Según la asociación nacional de pediatras «la alimentación al pecho tiene que ser a demanda, es decir, hay que ofrecer el pecho al bebé cuando éste lo pida y durante el tiempo que quiera, hasta que lo suelte espontáneamente.  De este modo se regula la producción de leche según las necesidades del niño».

Por otro lado, durante el tiempo de lactancia, la madre puede y debe hacer una vida normal con su bebé, lo que incluye frecuentar lugares públicos como medios de transporte, piscinas, restaurantes, museos, centros comerciales, etc. Los pediatras recuerdan que «la lactancia no funciona con horarios preestablecidos, por lo que es habitual que el bebé tenga necesidad de lactar en alguno de esos lugares y es responsabilidad de toda la sociedad permitir que pueda hacerlo con libertad».

«Lactar en público no debe ser visto como algo obsceno ni sexual, ni algo que deba ser escondido o restringido. Esta actitud representa un obstáculo para continuar con la lactancia y desanima a las futuras madres que pueden ver modificada su decisión de alimentar al pecho a su bebé por las dificultades sociales que esto conlleva» recuerdan desde la AEP.

Según destacan los pediatras «hay que lograr un cambio de actitud en la sociedad para que todos seamos capaces de entender que amamantar forma parte de la naturaleza humana, de nuestra cultura; para que la imagen de una madre dando el pecho sea algo tan cotidiano que a nadie escandalice. Sería deseable que al igual que en otros países,  se arbitren las medidas necesarias para que tanto las madres como sus hijos puedan ejercer ese derecho en el modo y lugar que necesiten. Con ello, no sólo beneficiaremos a los niños y las madres sino a toda la sociedad». Gabriel Ferrándiz/COECS.

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