Pep Òria, el ‘dolçainer’ enfermero

Javier Castán. CASTELLÓN

«Si me hiciese una herida, saldría sangre y alguna nota, una corchea o una semicorchea», bromea Pep Òria (Almassora, 1958). Este dolçainer y enfermero retirado ha recibido recientemente el Premi Valencià de l’Any de manos de la Fundació Huguet. «Ha sido un honor y una alegría. Este reconocimiento no es sólo para mí, sino para todos los dolçainers que en su día tomamos el relevo de los pocos intérpretes que quedaban», afirma.

La pasión por la música ha sido una constante a lo largo de toda su vida. «Empecé a tocar el saxofón con diez años y en 1978 me inicié con la dolçaina en la Agrupació Folklòrica “El Millars”». Por aquellos años, el almassorino estaba cursando sus estudios universitarios. «En aquel momento, la música no se veía como una buena salida laboral. No me desagradaba la Enfermería, así que me decanté por esta profesión. En alguna ocasión, mis compañeros me han dicho: “Eres el dolçainer que se ha ganado la vida de enfermero”», comenta Òria.

Cuatro décadas en la Enfermería

Este sanitario retirado explica con satisfacción cómo, a lo largo de 41 años ininterrumpidos, compaginó su trabajo con su vocación musical: «Mientras hacía la mili en Jaca me estrené como enfermero y pude unirme como saxofonista a la banda de música de mi unidad. Entre 1984 y 1987 trabajé como enfermero en diferentes hospitales, primero en Cabra (Córdoba) y luego en Teruel. En ambos destinos formé parte de agrupaciones musicales a la vez que seguía tocando la dolçaina cuando volvía puntualmente a Castellón».

El resto de su andadura laboral se desarrolló en el Hospital General de la capital de la Plana. «Estuve 18 años trabajando en diferentes servicios como el de diálisis. Posteriormente, tuve la suerte de formar parte del primer equipo de la Unidad de Hospitalización a Domicilio (UHD) del General. Tras 10 años en la UHD, pasé a ser enfermero gestor de casos hospitalario (EGCH) hasta mi jubilación en 2022», expone Pep Òria.

«Esta etapa final es la que ha dado sentido a mi trabajo»

El periodo en la UHD y ejerciendo como EGCH es el que más le llenó como enfermero: «Esta etapa final es la que ha dado sentido a mi trabajo. La asistencia domiciliaria hacía posible un trato más cercano con el paciente −que podía estar en su entorno− y también con sus familiares. En cuanto a la gestión de casos, me encargaba de hacer seguimiento telefónico a pacientes crónicos que padecían enfermedades como la ELA o la cirrosis hepática. Tenía un punto muy humano».

La jubilación, un nuevo horizonte

Òria no ha esperado a retirarse para completar su formación como dolçainer. En 2015, culminó el reto de acabar el Grado Profesional de Dolçaina en el Conservatorio de Sagunto. «No existe la magia, existe la práctica. Curiosamente, mientras trabajas parece que tienes más tiempo que cuando te jubilas. Como tienes más compromisos, no desperdicias ni un segundo», explica el músico, que contó con la complicidad de muchos de sus compañeros para cuadrar sus turnos con las clases y los ensayos.

Aun así, la jubilación no le ha sentado nada mal: «2024 ha sido un año muy especial. Ha nacido mi segunda nieta y he recibido el homenaje por parte de la Colla Xaloc en las fiestas de la Magdalena, además del Premi Valencià de l’Any. También se ha publicado el libro De sentiments, amistats i música. Pep Òria, dolçainer». Este tomo de más de 400 páginas tiene un gran valor musical y etnológico, pues recoge todas sus composiciones para dolçaina acompañada de percusión o de piano, así como una particular biografía de Òria. «Incluye muchas fotografías y textos redactados por mis amigos», señala.

«No puedes decir que no a ninguna oportunidad, hay trenes que sólo pasan una vez en la vida»

Según Òria, «tanto en la música como en la Enfermería es fundamental transmitir sentimientos». Ahora, este enfermero que solía llevarse tiritas y medicamentos cuando se iba de gira dedica casi todo su tiempo a la música, ya sea como docente o como intérprete. Aunque echa la vista atrás con agradecimiento, también mira al futuro con nuevos sueños, como reunir sus composiciones en un CD. «Siempre he sido muy atrevido. No puedes decir que no a ninguna oportunidad, porque hay trenes que sólo pasan una vez en la vida».

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