El Grup de Senderisme del COECS ha hecho realidad uno de sus proyectos más esperados, la ruta por el conocido Barranc de l’Infern, la llamada catedral el senderismo valenciano, enclavada en la Vall de Laguar, en la Marina Alta.
Para lograr esto sendeCOECS ha tenido que fletar un autobús y madrugar mucho ya que la ruta, pese a las previsiones de buen tiempo, no podía iniciarse muy avanzada la mañana por el calor.
El viaje hasta Fleix, punto de inicio de la ruta, es muy agradable y tan sólo en algún punto el tamaño del autobús ha provocado algún problemilla a la hora de acceder a este tranquilo pueblecito enclavado en las laderas de la Vall de Laguar.
Muy pronto los senderistas han descubierto que el madrugón ha valido la pena. El paisaje es realmente hermoso y las escaleras de piedra que atraviesan los meandros del río Girona a su paso por el enclave son, sencillamente, espectaculares.
La ruta discurre por este paisaje agreste, escondite de los moriscos en sus últimos años de resistencia armada en la península antes de su expulsión definitiva en 1609 por parte del rey Felipe III. El aislamiento de esta zona ha preservado un paisaje de una belleza singular.
Los aproximadamente 6800 escalones que algunas guías aseguran que tiene esta ruta –nosotros no nos hemos parado a contarlos, la verdad- son un placer en algunos momentos y un auténtico suplicio cuando el calor aprieta. De hecho, los 14 kilómetros con continuos desniveles permiten apreciar la singularidad de este paisaje que, en primavera, luce en su mejor momento.
Es importante recordar a las personas interesadas en realizar esta ruta que las fuentes que hay en el recorrido no siempre llevan agua por lo que es aconsejable cargar con una buena reserva de líquido. También llevar un calzado resistente pero cómodo ayudará a completar esta ruta circular.
La llegada a Benimaurell ha sido todo un acontecimiento dado que el grupo de senderistas del COECS ocupaban buen parte del local. Allí nos esperaban con los fogones a pleno rendimiento Maria y su equipo de camareros del Restaurante Jalisco para darnos bien de comer y hacernos asar un buen rato.
De nuevo de regreso a Fleix los integrantes de SendeCOECS volvían a reposar tranquilamente en el autobús de regreso a Castellón cansados pero con un buen sabor de boca, el que deja la catedral del senderismo valenciano, la del Barranc del Infern, que pese a su dureza ocupa ya un pequeño rinconcito en el corazón de todos y cada uno de los que por allí caminamos. Gabriel Ferrándiz/COECS.