Siempre ha pasado, pero ahora aún más. Sucedía con el ordenador convencional y ahora también con otros dispositivos portátiles, como los móviles o las tabletas. Los especialistas afirman que cada vez reciben a más gente con problemas de salud ocular relacionados con el uso excesivo de estas nuevas tecnlogías.
El óptico y optometrista de Visionlab, Antonio Fernández trabaja en una óptica en pleno centro de Madrid y explica a ConSalud.es que «desde que se han incorporado los dispositivos hay más pacientes que acuden quejándose de dolor, molestias o enrojecimiento de los ojos». Como especialista, de hecho, recomienda descansar la vista para prevenir los síntomas más típicos de la fatiga y el estrés visual, ya que estar demasiado tiempo frente a uno de estas tecnologías es perjudicial para la salud.
La principal causa se encuentra en el tipo de luz que emiten estos dispositivos. Se trata de la luz azul, que afecta a la retina desgastando una parte que nunca llegará a regenerarse. A corto plazo puede provocar, incluso, enrojecimiento de los ojos, sequedad, irritación, cansancio visual o dolor de cabeza. Además, los especialistas subrayan que lo más peligroso es a largo plazo, ya que en el peor de los casos podría derivar a la formación de cataratas u degeneración macular.
Según Antonio Fernández, la mayoría de la gente no es consciente de estos peligros. Es más, cuando acuden a la óptica con problemas se sorprenden al escuchar a los profesionales hablando sobre las posibles causas de lo que les pasa. «Vienen por una molestia y no lo relacionan directamente con las luces led, pero en cuanto se lo comentas lo entienden perfectamente porque lo relacionan, incluso con la iluminación de casa, donde cada vez se usa más este tipo de luz».
Los especialistas señalan el grupo de edad entre 25 y 45 años como el más afectado por estos problemas. Además, afirman, cada vez hay más padres que se interesan por las consecuencias que pueden tener en los ojos de sus hijos el uso excesivo de estas nuevas tecnologías.
Posible solución al problema
Los expertos recomiendan rebajar el consumo de estos dispositivos a un nivel mínimo o en su defecto, adecuar las gafas a partir de un recubrimiento antireflejante de luz azul que elimina entre el cerca del 20% de las longitudes de onda corta del espectro visible, además del UV.
Este antireflejante selecciona los azules de forma que en lugar de dejarlos pasar consigue reflejarlos. Una medida paliativa que reducirá las posibilidades de desarrollar cataratas o degeneración macular. Además, esta recomendación se extiende también a todos aquellos que no usan gafas graduadas, y es que cada día son más personas las que adquieren monturas con cristales sin graduación pero que incluyen este tipo de recubrimiento. Con Salud.