UN ATLAS DE LA MORTALIDAD DESVELA LAS GRANDES DESIGUALDADES EXISTENTES ENTRE EL NORTE Y EL SUR DE ESPAÑA

Las diferencias entre el norte de España y el sur no son solo culturales o económicas. Lo pone de manifiesto el Atlas de la mortalidad publicado estos días bajo los auspicios de la Fundación BBVA y dirigido por los profesores de la Universitat Pompeu Fabra Joan Benach y José Miguel Martínez. En el estudio se pude observar claramente mediante mapas de colores las mayores o menores prevalencias de mortalidad y diversas enfermedades (por ejemplo enfermedades cerebro vascualres o demencias entre otras). Un simple vistazo del mapa de España nos muestra una concentración del riesgo de morir muchísimo más elevada en el sur y en la costa mediterránea que en el norte yen la  costa cantábrica. Según los autores «este atlas muestra las enormes desigualdades que existen en las muertes prematuras y en la salud a lo alrgo y ancho de nuestra geografía».

Este atlas ha sido elaborado por el Grupo de Investigación en Desigualdades en Salud (GREDS, en sus siglas en catalán) bajo la dirección de los Dres Joan Benach de Rovira y José Miguel Martínez Martínez, ambos profesores e investigadores en la Universitat Pompeu Fabra, y en colaboración con investigadores del grupo MEDEA en Barcelona, Bilbao, Madrid, Sevilla, Valencia y Zaragoza.

El mapa nos permite conocer cuanta gente muere y por que tipo de enfermedades pero no las causas que provocan estas dolencias. «El atlas no puede responder a las causas que provocan la mortalidad y por tanto averiguar porque zonas como la de Valencia o el sur de Castellón tiene mayor prevalencia y riesgo en muertes causadas por enfermedades cerebro-vascualres que Els Ports o Teruel. Eso no entra en este estudio, pero si que es una base sobre la que cimentar nuevas investigaciones que nos permitan averiguar causas y proponer soluciones», explica el profesor Benach a preguntas de Hoy Comentamos.

El profesor Benach destaca que este trabajo no es «una proyección ni una estadística. Aquí hemos trabajado con datos oficiales de todas las Comunidades Autónomas y están registradas todas las muertes por cada tipo de enfermedad producidas en el periodo 1984-2004 sin excepción… Aquí está todo el mundo registrado, lo que nos permite tener un trabajo exhaustivo y muy fiable para las administraciones públicas interesadas», explica el director del proyecto.

De la comunitat valenciana Benach destaca «la alta prevalencia en esa zona cercana a Valencia ciudad de las muertes por enfermedades cerebro-vascualres, un aspecto muy negativo y en el que las autoridades responsables pueden ahora investigar las causas y comenzar a tomar medidas», explica el profesor. Es más, incluso se puede utilizar este atlas sin necesidad de conocer las causas como material para elaborar políticas sanitarias eficaces ya que nos permite ver la evolución de una enfermedad en una zona concreta muy pequeña y en un periodo de tiempo muy largo, lo que facilita a la Administración poder diseñar una respuesta a medio y largo plazo. El caso que pone de ejemplo Benach es el del Alzheimer. «Si sabemos que en tal o cual comarca los casos de Alzheimer están comenzando a ser causa de mayor mortalidad en los últimos años podemos desviar hacia allí más recursos en atención a esos casos aún sin saber el porqué de esa mayor prevalencia del Alzheimer. Un atlas de mortalidad es un instrumento para ver los grandes patrones, para planificar la salud pública. Si hay un riesgo alto en una zona, los gestores tendrán que hacer algo», explica Benach.

“Las desigualdades de mortalidad mostradas sorprenderán a algunos y ese es parte de su objetivo”, explica en el prefacio Ildefonso Hernández, catedrático de Salud Pública en la Universidad Miguel Hernández de Elche. El atlas “no dejará indiferente a nadie”, ya que muestra que “el espacio para políticas de reducción de desigualdades sociales en salud es amplio”, afirma el catedrático.

El atlas muestra que las enfermedades cerebrovasculares, como el infarto cerebral, son la primera causa de mortalidad en mujeres, con el 14,9% de los casos. Unas 500.000 mujeres murieron por esta razón entre 1984 y 2004. La mayor mortalidad aparece en la mitad sur: Extremadura, Andalucía, Murcia, Valencia y el sur de Castilla-La Mancha. La enfermedad isquémica del corazón, segunda causa de muerte de las mujeres, con el 9,4% de los casos, también se acumula en el sur: centro de Extremadura, Cádiz, Sevilla, Huelva, Murcia, la costa de Valencia y las islas Canarias.

En los hombres, la enfermedad isquémica del corazón es la primera causa de muerte, con el 11,5% de los casos. Unos 430.000 hombres murieron en el periodo estudiado por este conjunto de trastornos cardiovasculares, que incluye el infarto. De nuevo, las áreas de alto riesgo se concentran en el sur: Cádiz, Huelva, Sevilla, Extremadura, Baleares y Canarias. Las enfermedades cerebrovasculares, segunda causa de muerte, con el 9,4% de los casos, también se ceban con la mitad sur de la Península.

Si situamos el atlas en el contexto de Europa las sorpresas no son menores ya que se observa, como reclacan los autores, que las regiones europeas más alejadas geográficamente de centroeuropa son las que peores cifras de salud arrojan. «Tanto el sur de España como el norte de Gran Bretaña, por ejemplo, muestran unas estadísticas peores que otras zonas más cercanas al corazón de la Europa continental», dice el profesor Danny Dorling, catedrático de Geografía Humana de la Universidad de Sheffiel, que ha escrito el prólogo de este estudio sociosanitario. Gabriel Ferrándiz/COECS.

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