Un estudio coordinado por miembros de la UCI del Hospital General Universitario de Elche demuestra la importancia que tiene la atención prehospitalaria en la reducción de la mortalidad por infarto.
El estudio, en el que participaron un total de 57 hospitales españoles, ha sido premiado en el XLVIII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC), celebrado recientemente en Costa Adeje, (Tenerife).
Los especialistas en Medicina Intensiva y Cardiología de los hospitales españoles han conseguido reducir en los últimos años la mortalidad por cardiopatía isquémica de forma notable una vez que el paciente llega al hospital.
En ese sentido, la Conselleria de Sanitat cuenta con el protocolo denominado «Código Infarto» que establece una serie de planes de actuación de los profesionales sanitarios frente al paciente infartado, y que coordina los recursos existentes de manera mucho más eficiente.
Así, tal y como explica el Dr. Jaime Latour, Responsable de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital General Universitario de Elche y coordinador del estudio premiado «gracias a protocolos como el Código Infarto, actualmente la modalidad de reperfusión más utilizada es la angioplastia primaria, que se realiza ya en el 77% de los pacientes».
«La angioplastia primaria es una intervención terapéutica para lograr la apertura de la arteria ocluida responsable de un infarto, mediante la introducción de una balón. Si se utiliza la técnica precozmente y la realiza personal experimentado muestra unos resultados superiores a la trombolisis, que consiste en deshacer el coágulo de sangre que ha provocado el infarto», explica el Dr. Latour.
A pesar de las mejoras conseguidas en la atención urgente de estos pacientes en los hospitales, los responsables del estudio creen que aún existe un margen de mejora y reducción de la mortalidad en la fase prehospitalaria donde el papel del paciente es fundamental, así como el de los médicos de atención primaria y el sistema de atención de emergencias.
Y es que, según datos que manejan los especialistas, en la Comunidad Valenciana el 40% de los pacientes isquémicos acuden directamente a urgencias hospitalarias, un 36% van a su centro de salud, y sólo un 17% contacta con el 112. En relación con el transporte utilizado, el 54% lo realiza el propio paciente y el 37% se realiza a través del 112.
Los profesionales no dudan en recomendar que ante una situación sugestiva de infarto de miocardio se llame directamente al 112, ya que desde allí enviarán el vehículo adecuado para el transporte del paciente y coordinarán los recursos necesarios.
Metodología del estudio
Partiendo de los datos anteriores, y centrados en la importancia de una buena actuación prehospitalaria por parte del propio paciente, los responsables del trabajo premiado quisieron investigar y comprobar si, tal y como muchos estudios sugieren, la administración precoz de aspirina (antes de su llegada al hospital) a los pacientes en fase aguda de infarto influye en su recuperación y posterior evolución.
Para ello, utilizaron datos del registro ARIAM, un registro reconocido por el Ministerio de Sanidad que recoge datos de pacientes de 57 hospitales españoles. En el estudio se analizaron un total de 1.608 casos con síndrome coronario agudo para observar si aquellos casos tratados con aspirina en el momento de padecer el infarto presentaban una menor tasa de mortalidad. Se seleccionaron pacientes de los años 2010, 2011 y 2012 centrándose en aquellos cuyo primer contacto sanitario fue prehospitalario y excluyendo a los que acudieron directamente a Urgencias, estaban ingresados o que ya tomaban aspirina previamente al infarto.
Los resultados del estudio fueron significativos, ya que se comprobó como los pacientes tratados con aspirina presentaban una serie de características distintas de los que no la habían tomado. Así, eran personas que llegaban precozmente al contacto sanitario, presentaban signos más llamativos en el electrocardiograma, tenían poco riesgo de hemorragia, poca insuficiencia renal y presentaban menor mortalidad hospitalaria.
El análisis sugería que tanto el tratamiento precoz con aspirina como el acceso precoz a la ayuda sanitaria, condicionan una mejor evolución. Por otra parte, los autores subrayan la necesidad de profundizar y evaluar los resultados de la colaboración entre los distintos actores que intervienen en el tratamiento inicial del síndrome coronario agudo: el paciente y sus familiares, el sistema de emergencias extrahospitalaria, los equipos sanitarios de atención primaria, unidades de hemodinámica, servicios de urgencia hospitalarios y unidades de cuidados intensivos.