La revista Annals of Emergency Medicine ha publicado en su última edición, del mes de agosto, un estudio en el que se detalla que establecer protocolos que posibiliten a los enfermeros administrar algunos tratamientos en los servicios de urgencias puede acortar el tiempo de espera de los pacientes con algunas dolencias concretas como fiebre, dolor en el pecho o fracturas de cadera.
El autor del estudio es un enfermero del Royal Alexandra Hospital, en Edmonton (Canadá), Matthew Douma, que asegura en su investigación que la gestión de las esperas en el servicio de urgencias es compleja, por lo que “cualquier cosa que podamos hacer los enfermeros para conseguir descongestionar el servicio es beneficiosa”. Los protocolos que se detallan en el estudio permiten a los enfermeros administrar Paracetamol, lo que según se detalla, puede llegar a reducir de la espera del paciente en más de tres horas. En el caso de la prueba de troponina, para pacientes con dolor en el pecho, establece que se pueden reducir los tiempos hasta en 73 minutos y en casi cuatro horas en las fracturas de cadera. Con todo, concluye la investigación, que estos protocolos no son la mejor solución para reducir las esperas en urgencias, pero se trata de una medida de emergencia que puede reducir este problema.
La polémica regulación española
El Congreso de los Diputados aprobó hace diez años la Ley 29/2006, de 26 de julio, de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios, también conocida como ley del medicamento. Se trataba de un texto que fue gestado durante más de dos años, que derogó la anterior legislación, vigente desde el año 1990, y que trató de dar respuesta a unas necesidades de la sociedad que se habían quedado obsoletas.
Quizás uno de los aspectos que más polémica generó fue el debate sobre el rol de algunos profesionales sanitarios y sus competencias en la prescripción médica. En el texto normativo anterior, el de 1990, este asunto no estaba detallado, y en los nuevos borradores de la ley de 2006 quedaba limitado al médico, por lo que la prescripción de medicamentos por parte de los enfermeros quedaba prohibida. Comenzó entonces una dura batalla por el reconocimiento de este derecho entre los enfermeros, que entró y salió de esta ley en diversas ocasiones a lo largo de su tramitación. Finalmente, la nueva normativa sólo permitió prescribir medicamentos a médicos y odontólogos.
El Consejo General de Enfermería inició entonces una amplia campaña de concienciación dirigida tanto a instituciones, profesionales sanitarios, y políticos para hacerles llegar las ventajas que reportaba la prescripción enfermera en pacientes y en el propio sistema sanitario. Tres años de camapaña culminaron el 28 de abril de 2009, cuando el Congreso de los Diputados respaldó por unanimidad la admisión a trámite de la proposición de ley para la legalización de la prescripción enfermera. Finalmente esta regulación vería la luz unos meses más tarde, el 22 de diciembre.
Situación normativa actual
Pero al contrario de lo que podía esperarse con el reconocimiento en el texto normativo nacional, esta ley continúa generando polémica 10 después, y tras 12 versiones, y es que todavía está pendiente la ley que regule esta capacidad de los profesionales de la Enfermería. Está previsto que con la modificación de la regulación europea de este asunto, a través de la directiva de Cualificaciones, todavía pendiente de transposición en España, se abra finalmente la puerta a la prescripción de los enfermeros en toda su amplitud, es decir, igual que pueden hacerlo médicos u odontólogos.
Consejo Oficial de Colegios Oficiales de Enfermería de España / Gaceta médica.