El Hospital General Universitari de Castelló está realizando pruebas con nuevos “sistemas cerrados” para conseguir una mayor protección del personal de Farmacia, principalmente de Enfermería, que elabora y manipula habitualmente medicamentos citostáticos y fármacos biopeligrosos de alta potencia o toxicidad. Estos medicamentos, según detalló el centro médico en un comunicado, incluyen una serie de sustancias químicas, que se utilizan para el tratamiento de enfermedades neoplásicas, como terapia única o asociados a otras medidas como son cirugía, radioterapia, inmunoterapia u hormonoterapia.
Un “sistema cerrado” es aquel que impide de manera mecánica la entrada de contaminantes en el sistema y el escape de principios activos peligrosos fuera del mismo. Con lo que se protege tanto la salud del trabajador como la del medio ambiente. Se trata, por tanto, de un dispositivo encaminado a lograr una manipulación de los citostáticos en la que queda garantizada la ausencia de contaminación en el exterior, por tanto, se evita que pueda existir cualquier fuga de éstos.
El personal de Enfermería que trabaja habitualmente con este fármacos es el que más conoce sus riesgos y, por tanto, acogiéndose a los artículos 33 y 34 de la Ley de Prevención y Riesgos Laborales, la Dirección de Enfermería ha sido a ellos a quien se les ha consultado la introducción de estas mejoras. Además están participando activamente con su experiencia en el desarrollo del proceso. La preparación del personal sanitario y la búsqueda de elementos de protección es imprescindible para estos profesionales al existir la posibilidad de afectar al manipulador, al paciente y al medio ambiente.
Los citostáticos están diseñados para originar la muerte celular, sin diferenciar entre células sanas y cancerosas, razón por la cual su manejo y preparación se lleva a cabo con la mayor de las garantías para quien realiza este proceso. Por ello, se protegen especialmente los tejidos de proliferación rápida, como la piel y las mucosas. COECS / Hospital General de Castellón