La Diputación ha iniciado hoy el reparto de desfibriladores en diferentes municipios de la provincia con el objetivo de convertir a Castellón en un territorio cardioprotegido.
De esta forma, la institución provincial iniciará el reparto y posterior instalación de un total de 200 desfibriladores entre los 126 municipios que se han adherido al servicio sanitario. Todo ello para que en cualquier núcleo poblacional, independientemente de su tamaño, se disponga de las herramientas necesarias para combatir la muerte súbita y aumentar el índice de supervivencia en caso de parada cardíaca, según han detallado desde el ente provincial en un comunicado.
El equipamiento que se repartirá estará destinado al restablecimiento de un ritmo cardiaco eléctrico y mecánicamente efectivo ante casos de fibrilación ventricular o de taquicardia ventricular en ausencia de pulsocuenta, con 300 números de descargas y 13 horas de autonomía por desfibrilador y un periodo de garantía de 15 años.
Además, para que el uso del dispositivo sea lo más sencillo posible, cuenta con un dispositivo que establece la adecuada profundidad de las comprensiones a practicar. Diputación de Castellón / COECS.