Los hospitales Vithas Nisa, a través de un comunicado, han explicado que la estenosis aórtica es una enfermedad de la válvula que conecta el ventrículo izquierdo con la aorta. El problema surge cuando la válvula sufre un proceso degenerativo y se calcifica, sus velos pierden movilidad y consecuentemente su movilidad se reduce, estrechando la válvula. Es un problema propio de las edades avanzadas. En estas circunstancias el corazón necesita bombear con más fuerza y acaba sobrecargándose. Cuando aparecen los primeros síntomas de estenosis aórtica, si no se solventa el problema, “las posibilidades de supervivencia son aproximadamente del 50% el primer año”, explica el Dr. Alberto Berenguer, , cardiólogo del Hospital Vithas 9 de Octubre.
La cirugía convencional ofrece solución a la estenosis aórtica. Sin embargo, muchos pacientes no son susceptibles de este tratamiento por las escasas posibilidades de superar la intervención dado su delicado estado de salud. Las válvulas transcateter evitan la cirugía abierta y ofrecen una alternativa a pacientes tradicionalmente desestimados para cirugía. “Además”, matiza el Dr. Berenguer, “ abren la puerta a extender sus indicaciones a pacientes de bajo riesgo quirúrgico como han mostrado los ensayos clínicos Partner 3i y Evolute Tavr Low-Risk Trial”.
La insuficiencia cardíaca, la angina de pecho, la pérdida de conciencia son los principales síntomas de la estenosis aórtica. «Un paciente con estenosis aórtica severa puede vivir bien mucho tiempo, pero cuando aparecen los primeros síntomas”, afirma el Dr. Alberto Berenguer, “la supervivencia a largo plazo se compromete seriamente”.
Límites de la cirugía abierta
Hasta la aparición de las válvulas transcateter (TAVI) la solución pasaba por una intervención de cirugía abierta con bomba de circulación extracorpórea. El problema aparece en pacientes generalmente de edad avanzada y en ocasiones edades extremas como los nonagenarios, o con otras enfermedades que determinan pocas garantías de superar con éxito una intervención de estas características. “Suelen padecer también enfermedad bronquial, renal, cerebrovascular, disfunción ventricular, o simplemente la fragilidad asociada al envejecimiento”.
La posibilidad de solucionar la estenosis aórtica con una mínima incisión -vía femoral, subclavia o ventricular- reduce considerablemente los riesgos de la intervención y los plazos de recuperación. “Los principales beneficiados son aquellos pacientes no susceptibles de ser intervenidos con otras técnicas quirúrgica”, explica el Dr. Berenguer. Con esta intervención los pacientes experimentan una mejoría de su pronóstico vital a largo plazo.
Válvulas transcateter, reducción de riesgo quirúrgico
Las válvulas transcateter comenzaron a implantarse hace diez años. Desde entonces, el desarrollo ha sido asombroso. “Existen distintos tipos de prótesis, todas en general se introducen plegadas y se despliegan en el punto en el que deben implantarse”, esta ‘miniaturización’ de las prótesis, así como las mejoras tecnológicas incorporadas han permitido que el abordaje se realice a través de incisiones cada vez menores, con menos complicaciones, mayor seguridad, mayores tasas de éxito y mayor durabilidad de la prótesis a largo plazo. Por todo ello la FDA (Food and Drugs Administration) -entidad de máximo prestigio internacional en la validación de tratamientos y procesos médico/quirúrgicos- ha autorizado su utilización en pacientes de bajo riesgo, “lo que se va a traducir en una expansión de las indicaciones de este tipo de prótesis”, augura el Dr. Berenguer.
No hay que perder de vista, sin embargo, que se trata de una técnica que precisa de una sofisticada curva de aprendizaje y que no todos los pacientes son susceptibles de recibir. Los cardiólogos intervecionistas analizan en el Hospital Vithas 9 de Octubre cada caso para realizar un correcto procedimiento de implante, recurriendo a la colaboración de cardiologos clínicos o especialistas en imagen cardiaca, cirujanos cardiovasculares o anestesistas para garantizar un proceso óptimo de implante. Vithas Nisa