España ha alcanzado en los últimos años máximos históricos de espacios cardioprotegidos. El cambio de mentalidad y el desarrollo de normativas específicas en las diferentes comunidades han determinado que haya cambiando el mapa de la cardioprotección en España, donde los espacios con grandes aglomeraciones están equipándose de desfibriladores, siendo ahora un 25% mayor que hace 5 años.
Según un estudio reciente que ha hecho público la empresa B+Safe, la Comunitat Valenciana ese sitúa en el décimo puesto del ranking de localización de desfibriladores (1 cada 2.842). La comunidad más cardioprotegida es Madrid, con 1 desfibrilador cada 770 ciudadanos, seguida de Extremadura (1 cada 1.102), País Vasco (1 cada 1.259), Navarra (1 cada 1.343), Cantabria (1 cada 1.937), Galicia (1 cada 2.066), Baleares (1 cada 2.301), Murcia (1 cada 2.414) y Aragón (1 cada 2.669). Por detrás de la Comunitat Valenciana se sitúa Castilla y León (1 cada 3.050), Cataluña (1 cada 3.180), Castilla La Mancha (1 cada 3.752), Melilla (1 cada 3.818), Canarias (1 cada 4.200), Andalucía (1 cada 4.400), Asturias (1 cada 4.878), Ceuta (1 cada 5.250) y La Rioja (1 cada 10.400).
Madrid, 27 de enero de 2020.- Cada vez son más los establecimientos comerciales que disponen de desfibriladores y de personal entrenado en técnicas de reanimación cardiopulmonar (RCP) y Soporte Vital Básico.
Mejorar la capacidad de respuesta
La apuesta por la cardioprotección debe ir necesariamente acompañada de personal formado en RCP y SVB y en el uso de estos equipos, para mejorar su capacidad de respuesta ante un accidente cardiaco. Los primeros minutos tras una parada cardiorrespiratoria son claves para quien la sufre. Si se encuentra cerca una persona que pueda practicar una reanimación cardiopulmonar (RCP), sus posibilidades de supervivencia se multiplican. Por el contrario, cada minuto que pasa sin que se comiencen a practicar las técnicas de RCP, las posibilidades de sobrevivir sin secuelas disminuyen un 10%. COECS / B+Safe.