Entre el 10 y el 20% de las personas que han sufrido COVID-19 podrían continuar con sintomatología semanas después de la infección, tal y como apuntan diversos estudios internacionales. A este complejo de síntomas que perduran en el tiempo más de 4 o incluso 12 semanas se le conoce como COVID persistente y se estima que podría afectar a más de medio millón de personas en España y hasta 25 millones en el mundo.
Con el objetivo de explicar y desgranar estas posibles dolencias, el Consejo General de Enfermería ha publicado una infografía con todos los detalles sobre el COVID persistente. Actualmente, no hay factores de riesgo claros y puede aparecer aunque los síntomas hayan sido leves. Aunque daña primariamente a los pulmones, puede afectar a otros órganos y esto puede aumentar el riesgo de efectos prolongados. La enfermedad puede conllevar consigo problemas respiratorios, neurológicos, cardíacos y circulatorios, del sistema nervioso autónomo, digestivos, de salud mental y otros como alteraciones del olfato y el gusto.
Del mismo modo, aquellas personas que hayan estado ingresadas en la UCI, por el mero hecho de sobrevivir a esta experiencia, pueden ser más propensas a sufrir problemas como el síndrome de estrés postraumático, depresión o ansiedad. COECS / CGE.