El Consejo General de Enfermería (CGE) ha lanzado una infografía de uso público con consejos para ayudar a las familias a cuidar a los mayores y a los pacientes crónicos estas vacaciones fuera de sus lugares de residencia. Las patologías crónicas afectan a más de 19 millones de personas en España. Aunque hay pacientes crónicos de todas las edades, su prevalencia se concentra especialmente en los mayores de 55 años y aumenta con la edad.
De hecho, el 40% de españoles mayores de 50 años convive con dos o más enfermedades crónicas. Son responsables de más de 300.000 muertes al año (74,45% del total) y son las que mayor impacto tienen sobre la esperanza y la calidad de vida de los ciudadanos. Las previsiones demográficas indican que, en tres décadas, el 30% de la población española será mayor de 65 años, lo que implicará un importante aumento del número de enfermos crónicos en el Sistema Nacional de Salud.
Las recomendaciones son las siguientes:
- Precauciones generales
-Tener localizado el teléfono de atención urgente y centro sanitario cercano
-Evitar exposición al sol en las horas centrales (12 a 17h) y utilizar protección solar
-Ropa y calzado ligero, cómodo, holgado y transpirable de color claro
-Sombrero o gorra y gafas de sol - Medicación
-Calcular el material y la medicación necesarios para todo el periodo
-En caso de medicación especial, llevar informe con la prescripción médica y tarjeta sanitaria
-Anotar cualquier síntoma o efecto adverso para consultarlo a la vuelta de vacaciones con el profesional sanitario - En casa
-Bajar persianas y cerrar ventanas en las horas de calor
-Evitar aparatos que produzcan calor: horno, secador…
-El ventilador a partir de 35ºC sólo mueve el aire, pero no lo enfría
-Para prevenir caídas, retirar objetos y muebles para facilitar el tránsito y, si es necesario, colocar protección en las camas - Actividad física
-Reducir la actividad en exterior en las horas de más calor
-Permanecer el mayor tiempo posible en lugares frescos o a la sombra
-Evitar exposiciones prolongadas al sol - Alimentación
-Beber agua frecuentemente, incluso sin sed (1,5 o 2 litros al día entre agua, zumos naturales y bebidas isotónicas)
-No abusar de bebidas con alcohol, cafeína o azucaradas
-Evitar comidas copiosas
-Vigilar la calidad del agua y evitar la del grifo si no se tienen garantía