Así, el sistema monitoriza en tiempo real todas las fases de la transfusión a través de un registro informatizado desde el momento en que se solicita la transfusión hasta la misma transfusión, pasando por la extracción de la muestra, su recepción y la selección del hemoderivado. Para ello, se dispone de pulseras para pacientes, etiquetas con códigos de barras y un dispositivo PDA con un software de gestión de datos. Este sistema se utiliza en todas las unidades de hospitalización por parte de los y las profesionales, que han sido formados específicamente para ello.
Funciona del siguiente modo: primero, cada profesional ha de identificarse con su correspondiente nombre de usuario y contraseña. A continuación, «lee» electrónicamente mediante la PDA el SIP de la pulsera del paciente, el código específico del documento de petición de la transfusión, el código de la pulsera del paciente y el del tubo de la muestra extraída. Cuando comienza el proceso de la transfusión se procede del mismo modo «leyendo» los códigos correspondientes de la bolsa del Banco de Sangre y, de nuevo, de la pulsera del paciente, y, a continuación, se introducen las constantes vitales del paciente que se solicitan.
Este proceso se repite cuando finaliza la transfusión, y concluye con una valoración del profesional, que puede indicar si la transfusión es correcta, si ha sido interrumpida o si ha provocado alguna reacción (escalofríos, dolor en el punto de inyección, náuseas…) registrando todo ello en una base de datos. Además de ello, el hospital también ha implantado la petición electrónica de la transfusión, de manera que el personal facultativo que la solicita evita hacerlo a mano y llevarlo a Hematología para comenzar el proceso. Así, con la informatización de la petición también mejora la eficacia del proceso y se evitan posibles errores de transcripción. GVA Sanitat