El Centro de Transfusión de la Comunitat Valenciana (CTCV) finalizó el año 2020 con un total de 164.062 unidades de sangre donadas, cantidad que representa una ligera disminución respecto del ejercicio anterior (5%). Las donaciones, por tanto, se han mantenido a pesar de la crisis sanitaria, como también han permanecido invariables los niveles de demanda, que tampoco se han visto alterados de forma significativa.
Estos datos evidencian la necesidad de preservar la continuidad en el suministro de productos sanguíneos y de mantener la conciencia social sobre la donación de sangre.
En este sentido, la consellera de Sanitat Universal, Ana Barceló, ha reiterado su agradecimiento a las personas donantes por su altruismo, especialmente valioso en la coyuntura actual de pandemia: «La generosidad de esta personas anónimas permite atender la demanda de sangre en los centros hospitalarios».
Por su parte, la directora del CTCV, la doctora Cristina Arbona añade: «Ha sido el año más duro desde que llegué a la Dirección del Centro de Transfusión de la Comunitat Valenciana, pero también el más gratificante. Estoy muy satisfecha porque los donantes de sangre siguen estando ahí, como en cualquier situación de crisis. En esta pandemia, han seguido acudiendo para donar sangre y salvar vidas».
La distribución por provincias de las donaciones de sangre durante 2020 fue la siguiente: 88.497 unidades en Valencia, 17.334 en Castellón y 58.231 en Alicante. Estas donaciones fueron posibles gracias a la generosidad de 109.965 personas, que en muchos casos acudieron a donar más de una vez (el índice de repeticion se situó en 2020 en el 1,49).
De otro lado, el CTCV realizó durante el año pasado un total de 4.345 salidas con los equipos móviles (2.227 en Valencia, 1.685 en Alicante y 433 en Castellón). Precisamente, la habilitación de nuevos puntos de donación seguros y adecuados para las personas donantes está siendo uno de los retos más importantes durante la pandemia. Los centros de salud y hospitales, así como otros lugares públicos, han dejado de acoger campañas de donación de sangre para no interferir en la lucha diaria de los profesionales sanitarios contra la pandemia.
Ahora bien, la ayuda desinteresada de muchas instituciones ha permitido que el CTCV haya continuado con su labor. Así, la Conselleria de Educación, institutos, colegios públicos y privados, empresas, fallas, asociaciones, espacios como Ateneo, el Palacio de Congresos, el Botánico, las universidades, escuelas de adultos, asociaciones de vecinos, parroquias y una larga lista de otras entidades han conseguido suplir las centenares de ubicaciones que el CTCV suele utilizar en su recogida de sangre en las tres provincias.
El año pasado, un total de 14.453 donantes se animaron a donar sangre por primera vez: 7.610 en Valencia, 5.339 en Alicante y 1.504 en Castellón. La captación de donantes, que arrastraba varios años de tendencia al alza, sí experimentó en 2020 un ligero descenso respecto al año anterior.
Esa disminución se atribuye a la imposibilidad de desarrollar campañas universitarias, puesto que los campus son uno de los enclaves donde más nuevos/as candidatos/as se consiguen.
En cuanto al género, un 55,32% de los donantes fueron en 2020 hombres y un 44,68%, mujeres. El porcentaje se iguala aún más si se tiene en cuenta que las mujeres solo pueden donar tres veces al año y los hombres, cuatro.
Por franjas de edad; el 29,2% de los donantes tenía entre 18 y 35 años; el tramo de 36 a 45 años concentró un 24,4% de los donantes, y los de edades comprendidas entre 46 y 65 años representaron el 46,4 %.
Casi 450 bebés alimentados por el Banco de Leche
El banco de leche de la Comunitat Valenciana distribuyó durante el año 2020 un total de 992,320 litros de leche pasteurizada a las plantas de neonatos del Hospital Universitari i Politècnic La Fe, Hospital Clínico, Hospital General de Alicante, Hospital de Elche, Hospital General de Castellón, Hospital de San Juan de Alicante y Hospital Quirón Salud.
Además, se registraron 250 mamás nuevas (151 en Valencia, 73 en Alicante y 26 en Castellón). En total, la generosidad de 318 donantes permitió distribuir leche materna a 443 bebés.
Más de 350 donaciones al Banco de Córneas y Tejido Ocular
El CTCV abrió en 2020 el Banco de Córneas y Tejido Ocular, en colaboración con los servicios de oftalmología de los hospitales, para centralizar el procesado y la distribución de córneas.
Durante el primer año de actividad, el Banco de Córneas y Tejido Ocular ha conseguido 359 córneas y ha distribuido 258 para trasplantes a pacientes. El Centro de Transfusión de la Comunitat Valenciana se encarga de la recepción, análisis, procesamiento, validación y distribución de las córneas.
El número de receptores que se han beneficiado de los servicios del banco de tejidos y células mantiene la tendencia ascendente de los cuatro últimos años. Durante 2020, más de 900 pacientes se han beneficiado de chips de espojoso y tejido osteotendinoso, así como de otros tejidos.
El registro de donantes de Médula Ósea crece un 10%
Por otro lado, durante 2020, se inscribieron en la Comunitat Valenciana un total de 2.359 nuevos donantes en REDMO. De ellos, 1.304 eran de Alicante, 773 de Valencia y 282 de Castellón. Por género, 1.540 fueron hombres (65,3%) y 819 (34,7%) mujeres.
A pesar de la situación epidemiológica, estas cifras representan un incremento del 10,6% respecto al registro del año pasado.
Incremento de más de 900 aféresis en la donación de plasma y plaquetas
En 2020 se obtuvieron 3.612 donaciones de plasma y plaquetas: 1.949 de plasma y el resto, de plaquetas. Pese a la coyuntura, estas cantidades suponen un incremento de más de 900 aféresis, lo que continúa demostrando la buena salud solidaria de las personas donantes.
El plasma humano es muy necesario para producir ciertos fármacos (albúmina, inmunoglobulinas, factores de la coagulación, etc) que sirven para tratar enfermedades que pueden llegar a ser muy graves y que en algunos casos no pueden ser sintetizados en los laboratorios.
El plasma es la parte líquida de la sangre; está compuesto en un 90% por agua y el 10% restante contiene proteínas esenciales, anticuerpos y otras sustancias vitales para que el cuerpo pueda mantener sus funciones, controlar el sangrado y luchar contra infecciones.
El consumo cada vez mayor de estos componentes (sobre todo de inmunoglobulinas) hace necesario establecer políticas de donación especificas de plasma al objeto de alcanzar y mantener la autosuficiencia (independencia respecto de otros países y abastecimiento adecuado de producto), así como para conseguir un ahorro económico notable.
La donación de plasma es un poco más larga para el donante que la de sangre. Para llevarla a cabo se emplea un separador celular, al que la persona se conecta mediante una punción, igual que en la donación de sangre. Esta máquina, mediante un sistema de centrifugación, separa las células sanguíneas del plasma.
El plasma separado se recoge y, a continuación, por la misma vía de acceso, el resto de células se devuelve al donante. El proceso suele durar unos 45 minutos y las donaciones de plasma pueden ser mensuales, no hace falta espaciarlas tanto como las de sangre. COECS/ GVA.