Un grupo de investigadoras de la Clínica Universidad de Navarra (CUN) ha presentado un estudio que evidencia que el liderazgo de las enfermeras y enfermeros impacta de forma directa y positiva tanto en la práctica clínica como en el entorno profesional de las UCIs. El estudio, liderado por Mónica Vázquez-Calatayud, directora del Área de Desarrollo Profesional e Investigación en Enfermería de la CUN, y desarrollado por cinco enfermeras de UCI, concluye que el liderazgo clínico enfermero impacta de forma positiva tanto en la práctica clínica como en el entorno profesional, mejorando la calidad de vida de los pacientes y haciendo más accesible el trabajo de los sanitarios.
«Hemos analizado la literatura más relevante que existe sobre este tema para identificar los requisitos indispensables para ejercer el liderazgo enfermero que garanticen el mejor cuidado de estos pacientes tan complejos», expone Mónica Vázquez-Calatayud, y de este estudio científico, que además ha sido publicado en la revista Intensive & Critical Care Nursing.
Liderazgo enfermero
«El empoderamiento de las enfermeras mejora la seguridad y calidad de la atención al paciente. Entre las competencias clave para ejercer este liderazgo clínico en UCI destaca la comunicación bidireccional y efectiva en los profesionales. La comunicación es crítica tanto con compañeros como con el paciente y su familia. Además, para garantizar una respuesta ágil y efectiva se requiere que el profesional enfermero demuestre capacidad analítica y un sentido de control, competencia y autonomía», cuenta Raquel García, enfermera de UCI de la CUN y una de las autoras del trabajo. Lo que esta enfermera tiene claro es que el liderazgo enfermero «favorece la satisfacción laboral y la retención de los profesionales», añade.
Formación
El estudio también ha revelado que las enfermeras de UCI no poseen la suficiente información y formación para ser las líderes a pie de cama de estos pacientes. La formación en comunicación con las familias o en inteligencia emocional acaba repercutiendo en el trabajo multidisciplinar y por lo tanto en la seguridad de los pacientes. «Las enfermeras de UCI nos enfrentamos a diario a situaciones que requieren una formación previa para poder alcanzar los niveles más altos de calidad y seguridad de la atención sanitaria», pues España, al igual que otros países europeos, carece de un sistema obligatorio de formación de las enfermeras que ejercen su profesión en Cuidados Intensivos.
Por ello, la CUN ofrece formación específica ofertando dos titulaciones en cuidados especializados. «Con estos programas procuramos cubrir uno de los requisitos fundamentales para impulsar el liderazgo clínico ofreciendo a las enfermeras formación más avanzada», concluye Vázquez-Calatayud. CUN
