La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció la pasada semana a través de un comunicado la necesidad de extremar las precauciones durante la época estival para no infectarse de hepatitis.
Según han detallado desde esta institución, a largo plazo las formas virales más comunes de la hepatitis B y C pueden causar problemas de salud graves, como cáncer de hígado, cirrosis hepática e insuficiencia hepática que puede provocar la muerte. La hepatitis A, por su parte, se suele manifiestar como una enfermedad transmitida por los alimentos, acompañada de vómitos, fiebre y diarrea.
Extremar las precauciones
La OMS ha insistido en este comunicado que si bien la hepatitis representa una amenaza en cualquier época del año, ciertas actividades asociadas con las vacaciones de verano pueden conllevar un riesgo particular de infección. Una de las formas más eficaces de protegerse de la hepatitis es vacunándose, pero, según han detallado desde la OMS, no es la única. También hay una serie de medidas que pueden evitar la infección como son lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón, beber y lavarse los dientes con agua embotellada o hervida si es del grifo, pelar y lavar todas las frutas y verduras frescas, no comer carne y pescado crudo o poco cocido y evitar los hielos, entre otras medidas.
La hepatitis B se transmite a través del contacto con la sangre u otros fluidos corporales de una persona infectada, por lo que ha aconsejado no practicar sexo sin protección y no acudir a hacerse un tatuaje, piercing, manicura o pedicura en lugares que en los que no esté garantizada la higiene.
La hepatitis C se transmite únicamente a través del contacto de sangre a sangre, si bien también puede transmitirse a través de relaciones sexuales sin protección, tatuajes antihigiénicos, piercings y tratamientos en el salón de uñas, aunque esto ocurre con menos frecuencia que con la hepatitis B. El mayor riesgo de infección se asocia con transfusiones de sangre, productos de sangre y procedimientos médicos o dentales inseguros.
Desde la OMS han detallado que la vacuna contra la hepatitis B es la mejor protección. La vacuna, que con tres dosis aporta una inmunidad durante al menos 20 años, estuvo ampliamente disponible después del año 2000, por lo que es posible que los adultos de hoy no hayan sido vacunados cuando eran niños. Finalmente, la OMS ha avisado de que todavía no existe una vacuna contra la hepatitis C, siendo las personas que se inyectan drogas las que corren un mayor riesgo de padecerla. No obstante, ha recordado que hay tratamientos disponibles que logran curarla. OMS / COECS.