La unidad de trastornos respiratorios durante el sueño del Servicio de neumología del Hospital Clínico de València ha recibido la acreditación de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) como Unidad respiratoria del sueño. El Departamento Clínico-Malvarrosa inició hace dos años un proyecto dirigido a mejorar la asistencia global prestada a las personas afectas de por síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS) y con esta acreditación se reconoce que cumple con unos criterios de calidad propios de una unidad respiratoria.
«El proceso de mejora, liderado por el neumólogo, Jaime Signes, tenía como objetivo disminuir el plazo de espera, incluir la polisomnografía entre los procedimientos diagnósticos y asegurar la educación del paciente para el cumplimiento del tratamiento. Los cambios en los pasos del circuito diagnóstico han aportado una gran agilidad en la relación atención primaria/atención especializada», ha explicado Emilio Servera, jefe de Servicio de neumología del Hospital Clínico. Tal y como ha explicado Servera, «esta acreditación ha sido posible gracias a la actuación en red de atención primaria, el Servicio de neumología y los recursos aportados por la empresa concesionaria para las terapias respiratorias, Airliquide».
Cerca de 1.200 primeras consultas al año
La apnea obstructiva del sueño es una patología que se caracteriza por problemas relevantes en la respiración que se detectan mediante registros durante la noche. El Servicio de neumología del Hospital Clínico atiende al año alrededor de 1.193 primeras consultas relacionadas con problemas respiratorios durante en sueño.
Pilar Bañuls, especialista en neumología y responsable de la Unidad ha explicado que «cuando en un hospital se pretende gestionar desde la excelencia la atención a los enfermos con síndrome de apnea obstructiva del sueño las primeras dificultades a resolver son las ligadas a la alta prevalencia de esta enfermedad y las consecuencias en su impacto en la vida personal, social y laboral. Nuestro compromiso es conseguir tiempos de atención adecuados y circuitos de diagnóstico y seguimiento fiables».
Se trata de una patología que provoca obstrucciones periódicas en las vías respiratorias superiores que impiden el paso del aire a los pulmones, con los consiguientes descensos de oxígeno en la sangre, en ocasiones muy importantes. Estos episodios producen de forma inmediata alteraciones en el reposo nocturno y somnolencia a lo largo del día, y a medio y largo plazo, alteraciones cardiocirculatorias potencialmente muy graves.
«La estrategia que tenemos en el servicio se basa en conseguir que los recursos disponibles trabajen en la misma dirección y de manera coordinada, de forma que cada contacto del paciente con el sistema sanitario suponga un paso en este circuito, y así evitar visitas repetitivas y vacías de contenido», ha añadido la doctora Bañuls.