El hospital Francesc de Borja de Gandia ha abierto una consulta de enfermería que trata dos aspectos relacionados con la actividad digestiva y urinaria. Se trata, por una parte, de una consulta de educación y cuidados al paciente con enfermedad inflamatoria intestinal, y, por otro, de educación y cuidado al paciente portador o susceptible de llevar estoma. Ambos servicios están dirigidos por una enfermera competente en esta materia.
En el primer caso, se trata a aquellos pacientes con enfermedades que afectan al tubo digestivo provocando procesos inflamatorios en alguna de sus partes de forma crónica. Estas enfermedades engloban la enfermedad de Crohn y todo tipo de colitis, aunque la más común es la ulcerosa.
Al tratarse de enfermedades crónicas, requieren de un seguimiento estricto para controlar la evolución de las mismas y el tratamiento farmacológico recetado, y prevenir complicaciones que, en última instancia, supusieran posibles perforaciones y abcesos que conllevarían intervención quirúrgica. También son necesarias ciertas pautas dietéticas, ya que algunas de las primeras consecuencias de estas patologías son la anemia, la pérdida de peso y la desnutrición.
«Son pacientes a los que les pueden surgir dudas en cuanto a aspectos como la toma de medicamentos, por lo que es necesario educarlos y llevar un seguimiento», explica la enfermera encargada de estas consultas, Lola Estruch.
Este servicio se ofrece los lunes, martes, jueves y viernes por la mañana en una de las consultas de Medicina Digestiva y los pacientes son derivados por los digestólogos. El perfil habitual es el de personas jóvenes de entre 20 y 40 años, aunque también hay casos de personas de más edad.
En el caso de los pacientes con estoma o susceptibles de llevarlos, se trata de personas que han requerido de una intervención quirúrgica, la ostomía, para derivar de manera artificial sus conductos fisiológicos al exterior a través de un punto diferente al orificio natural. La nueva abertura artificial se llama estoma. Estos pacientes llevan incorporado un elemento externo, en la mayoría de los casos una bolsa médica especial, para la evacuación de la orina o las heces.
Ello conlleva cambios a nivel físico como alteraciones higiénicas y dietéticas y la pérdida de control de los esfínteres, así como consecuencias de carácter psicológico y social. De ahí la necesidad de crear esta consulta específica, en la que los pacientes ostomizados aprenden a convivir, ya sea de manera temporal o permanente, con los diversos tipos de bolsa.
Lola Estruch afirma que continuamente «están apareciendo nuevos diagnósticos y tratamientos que mejoran sustancialmente la calidad de vida de estos pacientes y evitan la aparición de complicaciones, de ahí la importancia de llevar un seguimiento periódico».
Este servicio se ofrece los miércoles por la tarde y los pacientes se derivan tanto por parte de los cirujanos como de los urólogos del departamento de salud. Suelen ser personas mayores de 55 años y sobre todo hombres.
En cuanto a las consultas específicas de enfermería, además de esta, el Francesc de Borja cuenta con una consulta de educación diabetológica, vinculada a la sección de Endocrinología; una de educación respiratoria, adscrita a Neumología, y una de educación al paciente con patología neurológica (esclerosis múltiple, ELA, Parkinson, etc.) vinculada a la sección de Neurología, que ya estaban en funcionamiento en el antiguo hospital. GVA.