El número de brotes notificados en la provincia de Castellón desde el pasado 12 de marzo se ha desplomado en un 69% en comparación con el periodo inmediatamente anterior, que comprendía entre el el 11 de febrero y el 11 de marzo. Esta cifra se sitúa en un 78% en toda la Comunitat Valenciana, mientras que los casos asociados a esos brotes han caído en una proporción similar, un 70%.
La bajada más acusada se ha producido en la provincia de Alicante, donde se han contabilizado un 87% menos de brotes, mientras que el porcentaje de descenso se sitúa en el 75% en la provincia de Valencia. El desplome ha sido parecido tanto en el ámbito laboral como en el ámbito social (-75% y -74%), y más acusado en el educativo (-93%), como se recoge en la tabla adjunta. Respecto al origen, se confirma nuevamente que continúan en primer lugar los brotes asociados al ámbito social, la gran mayoría en el contexto de reuniones de familiares y/o amistades.
El avance en el proceso de vacunación y las medidas adicionales de contención y control de la pandemia adoptadas en la Comunitat Valenciana coinciden en el tiempo con la mejora de estos indicadores. Estas buenas cifras son un motivo de esperanza pero, en palabras de la consellera de Sanidad Universal y Salud Pública, Ana Barceló, «no se puede bajar la guardia».
La flexibilización de medidas que ha entrado en vigor este lunes y que afecta a reuniones sociales, hostelería y restauración, actividades deportivas y a visitas a las residencias de mayores inmunizadas «son fruto del esfuerzo, la responsabilidad y el sacrificio de toda la ciudadanía, y del trabajo admirable de los y las profesionales de la Sanidad. Tenemos que continuar remando todos en la misma dirección para mantenernos en esta senda de estabilidad». «Afrontamos un reto colectivo sin precedentes y el comportamiento individual, como nos está demostrando la pandemia, no afecta sólo a quien lo hace, nos repercute a todos y todas, tanto para bien como para mal», ha asegurado Barceló.
