Castellón ha acogido la presentación de la «Guía de prácticas correctas de higiene para la venta y preparación de alimentos en mercados no sedentarios», elaborada en colaboración con la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP).
El objetivo de esta guía es proporcionar a los titulares de los puestos de venta no sedentarios (carpas o tenderetes, y vehículos de venta ambulante) un documento de autocontrol que permita cumplir con los requisitos de higiene necesarios para conseguir un alto grado de seguridad en los alimentos que comercializan.
Igualmente, según han detallado desde la conselleria de Sanitat Universal i Salut Pública, el documento pretende servir de referencia y facilitar a los ayuntamientos la información necesaria sobre los requisitos generales y de ubicación de este tipo de mercados así como de los requisitos específicos que tienen que cumplir los vendedores, para garantizar el cumplimiento de la normativa alimentaria vigente.
Una guía con 8 grandes bloques
La guía se estructura en 8 bloques temáticos que comienzan con los requisitos generales que deben cumplir los emplazamientos, instalaciones, equipos, utensilios de los puestos de venta dedicados al suministro de alimentos en venta no sedentaria. La guía establece las condiciones higiénico sanitarias generales sobre la ubicación y los puestos de venta, entre las que destaca que deben cumplir las normas de general cumplimiento, así como las establecidas en la ordenanza municipal.
El segundo apartado está dedicado a los prerrequisitos de higiene que incluyen el control de agua, de la limpieza y desinfección, control de materias primas, de residuos, así como el control de la cadena de frío.
El mantenimiento de unas buenas prácticas de higiene y manipulación a lo largo de la cadena alimentaria es fundamental para garantizar la seguridad de los productos. Por esa razón, la Guía dedica un bloque temático a las buenas prácticas de higiene y manipulación de alimentos. Es fundamental que el manipulador del producto mantenga una correcta higiene personal para evitar ser un foco de contaminación para los alimentos. Además, todas las personas que manipulen productos alimenticios deben tener formación en cuestiones de higiene alimentaria.
Control de alérgenos
Asimismo la guía presta especial atención al control de los alérgenos, ya que la ingestión de ciertos alimentos puede provocar reacciones adversas en un pequeño porcentaje de la población. Para evitar estas situaciones es imprescindible que en la información que llega al consumidor estén claramente identificados los alérgenos y sus derivados para prevenir sobre su consumo.
La mayoría de las reacciones adversas son de tipo alérgico o intolerancias alimentarias. Por ello cunado el producto elaborado lleve entre sus ingredientes un alérgeno, debe informarse al consumidor en el etiquetado. Algunos ejemplos de alérgenos son: cereales que contienen gluten, huevos, leche, crustáceos y moluscos, pescado, soja, cacahuetes o sésamo.
Por otra parte, para evitar la presencia de alérgenos en alimentos que no los contienen, es imprescindible tener en cuenta el riesgo de contaminación cruzada, es decir, la posibilidad de que un alimento (en cuya composición no se incluye este alérgeno) se contamine por estar en contacto de forma no intencionada con un alérgeno o traza del mismo.
Información al consumidor y etiquetado
La venta no sedentaria de productos alimenticios se realiza de distintas formas dependiendo de la naturaleza de los productos. La guía resume la información obligatoria y etiquetas que deben incluir tanto los productos envasados como los productos no envasados.
El documento describe también los requisitos higiénico sanitarios específicos para distintos productos como miel, huevos, caracoles, salazones, productos cárnicos, leche y productos lácteos, frutos secos y legumbres, encurtidos (aceitunas, pepinillos, etc.) y especias.
Venta de productos ecológicos
En el mercado se pueden vender productos ecológicos envasados y etiquetados listos para el consumidor final, elaborados por empresas controladas y certificadas. El Comité de Agricultura Ecológica de la Comunitat Valenciana es la autoridad de control y certificación, organismo público que inspecciona y certifica los productos ecológicos en la Comunitat Valenciana.
Tal como destaca la guía, un agricultor o elaborador exclusivo de productos ecológicos, controlado y certificado por la CAEV, puede vender en el mercado su propia producción. Además, estos productores o elaboradores disponen de un certificado emitido por la CAEV que debe estar visible para el consumidor en el puesto de venta.
Finalmente, la Guía destaca los requisitos relativos a la documentación y control de los mercados por parte de los ayuntamientos ya que cada consistorio debe regular mediante ordenanza municipal la venta no sedentaria en su término municipal, de acuerdo a la legislación vigente.
La guía está disponible en el siguiente enlace: http://publicaciones.san.gva.es/publicaciones/documentos/V-3244-2017_C_web.pdf