El Hospital Universitari i Politècnic La Fe de València ha acogido las IV Jornadas Internacionales de la Sociedad Española de Especialistas de Baja Visión (SEEBV). El encuentro, que se celebraron hasta ayer 5 de noviembre, ha reunido a más de 150 expertos para debatir los últimos avances en el tratamiento de los pacientes con baja visión. Al acto de inauguración asistió el subsecretario de la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública, Ricardo Campos, acompañado por la gerente del Hospital La Fe, Mónica Almiñana y el jefe de Servicio de Oftalmología de La Fe, Ángel Cisneros.
En esta edición tuvo especial importancia las nuevas tecnologías. En este sentido, los ópticos optometristas y profesionales sanitarios a través de diversas presentaciones y mesas de debate han podido conocer los nuevos dispositivos que incorporan técnicas de realidad virtual y aumentada para mejorar la calidad de vida de los pacientes y facilitar su día a día. Por otro lado, se expusieron las nuevas técnicas de rehabilitación y diagnóstico y ayer domingo se celebró una mesa redonda en la que participarán asociaciones de pacientes para dar voz a las experiencias de pacientes con baja visión.
Para Ángel Cisneros, este tipo de reuniones supone «una actualización de conocimientos contrastados durante los tres días de jornadas. También sirve como ayuda para aclarar las incertidumbres que se dan en nuestra labor diaria ante los enfermos». Además, añadió que el Hospital La Fe es un centro comprometido con la formación de los profesionales, parte importante para poder atender a los 11.000 pacientes con baja visión que se atienden aproximadamente al año en este centro sanitario. Se calcula que más de 2 millones de personas se ven afectadas por esta enfermedad, según la SEEBV.
La baja visión es la condición visual que padece una persona que tiene una reducción importante de su visión que no mejora utilizando la adecuada corrección en gafas, lentes de contacto e incluso acertados tratamientos médicos, farmacológicos o quirúrgicos, mermando su calidad de vida y dificultando su día a día. Esta pérdida visual puede tener su origen en diferentes enfermedades que afecten al nervio óptico o a la retina, manifestándose con pérdidas en el centro o en la periferia de la visión. Las patologías más frecuentes que causan la baja visión son la degeneración macular asociada a la edad, retinopatía y glaucoma.
Nuevas tecnologías en el tratamiento de la baja visión
Entre las innovaciones presentadas destaca el sistema de visión biónica indicado para personas que han sufrido pérdida de visión por problemas de retina externa, como la retinosis pigmentaria. Consiste en unos dispositivos que poseen electrodos y se colocan cerca de las células gangliares de la retina para la estimulación del vítreo o en el espacio subretinal para estimular células bipolares retinales. A través de esta técnica se permitiría restaurar parcialmente la percepción visual con implantes de la retina.
Por otro lado, mediante inteligencia artificial un nuevo dispositivo serviría como dispositivo para leer textos y reconocer objetos y rostros de personas para transmitirlo al usuario a través de un mensaje de voz por auricular. Este sistema puede montarse sobre cualquier montura y mejora calidad de vida de los pacientes con mayor autonomía e independencia.