La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) y otras sociedades de interés científico han elaborado un documento de rechazo ante las irregularidades acontecidas en la prueba objetiva de evaluación de las competencias para obtención del reconocimiento de la especialidad en Enfermería Geriátrica.
Según los firmantes «los profesionales especialistas en Enfermería Geriátrica prestan atención y cuidados de enfermería a la población mayor, estando capacitados para enseñar, supervisar, investigar, gestionar y liderar los cuidados destinados a este colectivo en situaciones complejas, estando capacitadas para trabajar en todos los niveles asistenciales del sistema socio-sanitario».
Teniendo en cuenta las competencias que se atribuyen a la enfermera especialista en Geriatría «creemos firmemente que las pruebas objetivas de acceso al título de especialista en Enfermería Geriátrica, celebradas en Madrid los días 19 y 20 de Octubre de 2013, no se corresponden con las competencias especificadas en resolución 30 de Agosto 2013 tanto por lo relativo a contenidos como a planteamientos».
Según esta sociedad «la asistencia geriátrica integral, vista desde una perspectiva interdisciplinar y multiprofesional en el campo de la Geriatría, implica que cada profesional lleva a cabo sus funciones específicas de manera coordinada y centrada en el paciente. Una enfermera especialista en Geriatría no debe realizar diagnósticos médicos, pautar tratamientos farmacológicos ni solicitar pruebas diagnósticas sino diagnósticos y tratamientos de enfermería tal y como parece pretender evaluarse por medio de la citada la prueba objetiva». En este sentido la SEGG destaca que «llama la atención el importante número de preguntas en estas áreas, que impiden una mejor evaluación de las muy amplias competencias enfermeras».
Desde la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología se muestran «absolutamente convencidos del alto nivel medio de capacitación de los profesionales enfermeros con los que todos los demás profesionales de la disciplina compartimos funciones de equipo día a día, de su formación y nivel de competencia y, redundamos, en que la prueba objeto de ese documento no valora todos los aspectos esenciales que determinarían su capacitación como especialistas. Por ello, entendemos debe cuestionarse la pertinencia de esta prueba».
La SEGG expresa que comparte «el deseo de que los especialistas en Enfermería Geriátrica que accedan al título demuestren un alto nivel de conocimientos en el campo, pero pensamos que la prueba realizada probablemente se ha mostrado escasamente útil para cumplir este objetivo». También quiere recordar que es especialmente importante «que las Unidades Docentes de Enfermería Geriátrica dispongan de un número adecuado de enfermeros especialistas para garantizar una formación de la máxima calidad a aquellos que se forman y formarán como Enfermeros Internos Residentes».
Desde la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología entendemos que pueden utilizarse otras vías o la misma con metodología distinta al objeto de evitar situaciones como las que se han producido y que sólo van en perjuicio de los profesionales y su entorno. Nos ofrecemos abiertamente para colaborar en la búsqueda de esas vías de solución.
Instituciones firmantes del documento
Otras entidades que han suscrito este documento son la Sociedad Madrileña de Geriatría y Gerontología , la Sociedad de Geriatría y Gerontología del Principado de Asturias, la Sociedad Andaluza de Geriatría y Gerontología, la Sociedad Catalana de Geriatría y Gerontología y la Sociedad de Geriatría y Gerontología de Castilla y León. También han firmado los representantes de la Sociedad Navarra de Geriatría y Gerontología, la Sociedad Balear de Geriatría y Gerontología, la Sociedad Vasca de Geriatría y Gerontología y la Sociedad de Geriatría y Gerontología de Cantabria.
A estas sociedades científicas hay que sumar numerosos servicios de geriatría de centros sanitarios como, por ejemplo, el del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, la Unidad Docente de Geriatría del Hospital de Sant Pau de Barcelona, el Servicio de Medicina Interna del Hospital Clínico de Barcelona o el Colegio Oficial de Enfermería de Valladolid entre otros.
Cabe recordar que el Consejo de Enfermería de la Comunitat Valenciana (Cecova) y los colegios oficiales de Castellón, Valencia y Alicante ya se han postulado contra el contenido de esta prueba por considerar que no se ajustaba a las prácticas exigibles a las enfermeras de las áreas geriátricas. Gabriel Ferrándiz/COECS.
