Con motivo de la llegada del verano, desde el Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitari i Politècnic La Fe se recuerda la importancia de seguir cuidando la alimentación, ya que tal y como afirma la doctora Rosa Cámara, «una correcta alimentación y hábitos de vida saludables son un seguro de vida frente a posibles patologías, sobre todo cardiovasculares y de diabetes mellitus. Si mantenemos el peso adecuado, viviremos más años y, además, más sanos».
En este sentido, la doctora Rosa Cámara recuerda que «lo deseable sería seguir una correcta alimentación todo el año. Sin embargo, por presiones estéticas se pretende lograr en un mes lo que no se ha conseguido en los otros once. Mantener un peso saludable gracias a una buena alimentación y al ejercicio regular debería ser una constante. Buscar objetivos inmediatos en la llamada Operación Bikini es en parte un fracaso de la medicina en su vertiente de educación sanitaria. Puede más la estética que marca la moda que los consejos nutricionales dados regularmente a la población».
Muchas veces, con la intención de perder peso de forma rápida, se eliminan alimentos con importantes beneficios nutricionales como son cereales, legumbres o lácteos. Otras veces se recurre a dietas hiperproteicas en las que se disminuye, e incluso se suprime, el aporte de frutas y verduras, pudiendo aparecer deficiencias de vitaminas y minerales. Según la especialista, todo esto y la vuelta tras el verano al sedentarismo y a los malos hábitos nutricionales, favorece el efecto rebote en el peso.
Por su parte la nutricionista Silvia Martín, «para adelgazar de forma segura y efectiva lo correcto es ponerse en manos de los profesionales adecuados, endocrinos y nutricionistas, y no hacer caso de las dietas que podamos encontrar en una revista, nos pueda facilitar algún amigo o familiar, o podamos encontrar en un gimnasio porque por lo general, tienden a ser dietas desequilibradas, poco saludables, y además, no están ajustadas a los requerimientos nutricionales que necesita cada persona».
Consejos nutricionales ante las elevadas temperaturas
Según las especialistas, es imprescindible mantener un buen estado de hidratación, fundamentado en el consumo de agua, y no a costa de bebidas azucaradas, alcohólicas, café o zumos envasados. El agua es la bebida ideal a lo largo del día, tanto en las comidas como fuera de ellas, y debe asegurarse un consumo mínimo de unos 2 litros al día, aumentando el consumo cuando se realice ejercicio físico. Además, se debe prestar especial atención a los niños y a los mayores.
La doctora Cámara incide en la importancia de realizar 5 comidas al día, 3 comidas principales y 2 tentempiés más ligeros a mitad mañana y por la tarde, para evitar la tentación de picar entre horas, ya que además estos picoteos suelen ser alimentos de elevada densidad calórica.
En estas comidas, hay que asegurar un consumo mínimo de 5 raciones al día de frutas y/o verduras, así como un consumo adecuado de cereales integrales, legumbres, lácteos desnatados y aceite de oliva.
Con la llegada del verano y la disposición de más tiempo libre, se tiende a no controlar el consumo de alimentos ricos en grasa saturada y/o hidrogenada, como embutidos grasos, mantequilla, margarina, alimentos precocinados, quesos grasos y productos de pastelería y bollería. El consumo de estos productos no es nada saludable y debe ser ocasional o nulo.
La doctora Rosa Cámara y la nutricionista Silvia Martín han destacado que «en verano debemos tener precaución con el consumo de helados por las altas cantidades de grasa, azúcares y calorías que aportan. De manera esporádica se pueden tomar helados de hielo con sabores frutales, y siempre en porciones pequeñas. Además, no debemos dejarnos engañar por las versiones «light» puesto que las calorías son muy similares a los helados tradicionales».
En aquellos casos en que se viaje y se realicen comidas fuera de casa, para evitar intoxicaciones alimentarias, algunos consejos que nos pueden resultar muy útiles son: lavar y desinfectar adecuadamente las frutas, verduras y hortalizas, no romper la cadena de frío de los alimentos ni exponer los más sensibles a temperatura ambiente, consumir inmediatamente salsas o cremas elaboradas con huevo, y desechar los restos, y no consumir productos que no estén etiquetados y que no ofrezcan una garantía sanitaria.
Por último, a aquellas personas que viajen a países tropicales se les recomienda tomar siempre agua embotellada y evitar el consumo de alimentos preparados con agua, como helados o refrescos en los que se añada hielo. En cuanto a la comida, se deben consumir alimentos que estén suficientemente cocinados.