Los Hospitales Vithas Nisa han informado a través de un comunicado de que la ducha previa antes de entrar en una piscina evitaría el 40% de infecciones por cloramina, como conjuntivitis o ataques de tos. Y es que según ha explicado el doctor Salvador Martínez Arenas, responsable de la Unidad de Pediatría de los Hospital Vithas Nisa Rey Don Jaime, Hospital Vithas Nisa Virgen del Consuelo y Hospital Vithas Nisa 9 de octubre, «el riesgo de contraer virus, parásitos y hongos se incrementa además por el calor, la humedad y en ocasiones el exceso de cloro. Por eso es muy importante seguir una serie de precauciones a la hora de zambullirse».
De hecho, matiza el doctor que esta ducha previa contribuiría a eliminar el traslado de gérmenes a la zona de baño, sudor o heces, evitando contagiar a otras personas. Igualmente, recomienda ducharse al finalizar el baño.
Cuidado con el cloro
Según explicado el doctor Salvador Martínez Arenas, las conocidas como conjuntivitis de piscina suelen originarse por el cloro, una sustancia muy irritante para los ojos y que conlleva un enrojecimiento de los ojos, escozor, sensación de arenilla y cuerpo extraño, hipersensibilidad a la luz (fotofobia) y lagrimeo, de ahí, precisamente la importancia en utilizar gafas de buceo.
Otro de las dolencias más habituales durante la época estival es la otitis, que afectan mucho a los niños. «Estas otitis no suelen generar la fiebre, tos o mocos, -afirma el doctor Arenas-, pues afecta sólo al conducto auditivo externo y suelen presentarse con una secreción mucosa que sale del oído pero sí que genera un dolor intenso del pabellón auricular, generalmente al tocar. En estos casos hay que acudir al médico para aplicar el tratamiento adecuado que suele ser gotas con antibiótico, evidentemente restringir el tiempo de buceo y utilizar tapones».
Desde los Hospitales Vithas Nisa, del mismo modo, han alertado de que tragar agua también puede ocasionar gastroenteritis, diarrea o vómito. «En las piscinas pueden estar diversos virus como los de las hepatitis A o E, bacterias como la escherichia coli o la Shigella y hongos, como la candida albicans, o parásitos como la criptosporidiosis que puede afectar al estómago, la piel, la boca o los órganos genitales», ha afirmado el doctor Martínez Arenas. Hospital Vithas Nisa / COECS.