La Comunitat Valenciana no seguirá los pasos de Castilla-La Mancha y mantendrá abiertos los servicios de urgencias que ofrece a través de los Puntos de Atención Continuada (PAC) de los centros de salud.
El conseller de Sanitat, Manuel Llombart, explicó hace dos semanas que estudiaría la posibilidad de cerrar los PAC en los que existiera una baja frecuentación de pacientes y contaran con una alternativa asistencial próxima (un hospital cercano, por ejemplo). Entonces ya indicó que si, tras evaluar la situación, llegaba a la conclusión de que la alternativa era que el paciente tardaba una hora en llegar al hospital, los recursos sanitarios en cuestión “se mantendrían abiertos”.
Ayer, Sanitat anunció que el estudio elaborado por este departamento ha concluido en que se mantendrán todos los PAC. “No se han producido cambios sustanciales en cuanto a la población atendida o respecto a sus necesidades asistenciales respecto a la última reestructuración de servicios del pasado mes de junio”, indicaron desde la consejería.
Algunos de los centros que, en principio, podían tener más probabilidad de cerrarse eran los situados en zonas rurales. Esto es lo que ha sucedido en Castilla-La Mancha, donde se ha bajado la persiana a los servicios rurales de urgencia de 21 municipios por la noche. La medida ha desatado una gran reacción popular en contra. Incluso ha tenido que intervenir el Tribunal Superior de Justicia de la comunidad autónoma en respuesta a las alegaciones presentadas en contra del cierre.
Existe un precedente más cercano al de Castilla-La Mancha. El verano pasado, la empresa concesionaria de la atención sanitaria en el departamento de La Marina, Marina Salud, cerró los servicios de urgencia de Pedreguer, Gata de Gorgos, Ondara y El Verger. Después de ser llamada al orden por Sanidad, Marina Salud tuvo que reabrir el servicio.
Finalmente, Sanitat ha optado por mantener abierto el servicio incluso en los centros de urgencia rurales. La conselleria informó ayer de que después de analizar el funcionamiento de los 74 centros alejados del entorno urbano que presentan baja actividad —menos de cinco urgencias nocturnas—, concluyeron en que carecen de alternativas próximas. Además, su grado de resolución de atenciones alcanza el 96%, lo que refuerza su utilidad.
