El Servicio de Maxilofacial del Hospital Clínico Universitario de València ha insertado ya un neuroestimulador para combatir la cefalea en racimo refractarias a un total de 30 pacientes de diferentes puntos del país.
De este modo, el Hospital Clínico es el centro con más experiencia en esta técnica que empezó a realizarse en el centro valenciano en 2011 a través de un ensayo clínico primero y posteriormente ya como técnica segura. Además de esto, fue el primer servicio a nivel mundial que insertó este tipo de dispositivo para uso comercial.
La cefalea en racimo es un dolor de cabeza extremadamente intenso, debilitante y que tiende a repetirse. Tal y como ha explicado Miguel Puche, jefe de Servicio de Maxilofacial del Hospital Clínico de València «poseemos una amplia experiencia en esta técnica ya que hemos insertado este tipo de neuroestimulador en 30 ocasiones a pacientes procedentes de diferentes puntos de España y poco a poco otros países como EEUU lo están incorporando. Debido a esta experiencia nos hemos convertido además en formadores de especialistas de diferentes puntos del territorio nacional por medio de un programa formativo que va ya por su segunda adición».
El Servicio ha celebrado estos días la segunda edición de un curso que ha tenido lugar en las instalaciones de la Facultad de Medicina de València, con la colaboración de los profesores Valverde y Marqués de los departamentos de anatomía y cirugía respectivamente.
En estas dos ediciones los profesionales del Hospital Clínico ya han formado a 20 especialistas de todo el territorio nacional en una técnica quirúrgica de inserción de este chip o neuroestimulador en el maxilar del paciente el cual a través de pequeñas descargas eléctricas actúa sobre un ganglio y elimina el dolor de las cefaleas crónicas en racimos.
Un dispositivo que controla el 80% de las crisis de dolor
La cefalea en racimos tiende a repetirse en la misma zona de la cabeza o de la cara en forma de crisis muy intensas que provocan una situación de completa invalidez del paciente. Según ha explicado el jefe de Servicio, «hasta el momento esta técnica ha dado muy buenos resultados puesto que el dispositivo controla el 80% de las crisis de dolor y además actúa de forma preventiva reduciendo el número de crisis que presenta el paciente».
Tal y como ha matizado Miguel Puche, «se trata de un procedimiento quirúrgico en el que colocamos el chip en la fosa pterigopalatina a través de una pequeña incisión mínimamente invasiva, se realiza por el interior de la boca y sin cicatrices externas».
La inserción del dispositivo requiere de una técnica minuciosa y precisa que se controla a través de rayos X y tiene una duración de 45 minutos aproximadamente. Posteriormente, es el propio paciente quien maneja el neuroestimulador a través de un mando a distancia cuando presenta las crisis y en todo momento bajo control del especialista de neurología.