La Sociedad Española de Cardiología ha alertado que uno de cada tres españoles sufre síndrome metabólico, que se trata de un exceso de perímetro abdominal, unido a un mal control glucémico, elevación de triglicéridos, niveles bajos de lo que popularmente se conoce como colesterol bueno, y, sobre todo, una marcada resistencia insulínica configuran sus factores de riesgo. El síndrome metabólico condiciona un peligroso cóctel que aumenta considerablemente el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares o diabetes: las personas con SM tienen tres veces más posibilidades de sufrir un infarto de miocardio; su riesgo a padecer un ictus es el doble de una persona que no tiene este síndrome.
Grasa abdominal
Las señales de alarma en torno al síndrome metabólico comienzan con la observación de los síntomas de obesidad central, que se caracteriza por la dimensión del perímetro abdominal: 94 cm en varones y 80 cm en mujeres (cifras válidas para la población europea según la Fundación Internacional de Diabetes). La doctora Rosa Benítez, internista en el Hospital Nisa 9 de Octubre, apunta que “la identificación de los pacientes continúa durante la exploración física. Es importante hacer un seguimiento del peso, talla y perímetro abdominal. Entonces podemos apreciar elevaciones de presión arterial y alteraciones analíticas en glucosa o lípidos. Toda esta información es determinante para completar el diagnóstico.”
Resistencia a la insulina
En los últimos años, distintos estudios han comprobado que la grasa abdominal es capaz de generar una importante actividad hormonal en nada beneficiosa para el organismo y que supone el inicio de una cadena de factores de riesgo frente a enfermedades tan graves como el infarto de miocardio, la diabetes, la insuficiencia renal, el hígado graso, la hiperuricemia –niveles altos de ácido úrico en sangre- o incluso algunos tipos de cáncer. “La grasa abdominal condiciona un aumento de la resistencia insulínica. Este aumento de la resistencia insulínica junto con otros factores, produce en nuestro organismo un estrés oxidativo que supone un preocupante factor de riesgo frente a graves enfermedades”, aclara el doctor Julián Ruiz, internista del Hospital Nisa 9 de Octubre. Hospital Nisa Jaime I / COECS.