Un análisis de orina podría ayudar a detectar el cáncer de páncreas en sus etapas iniciales, según un nuevo trabajo liderado por científicos británicos y que cuenta con la participación de varios investigadores españoles.
Los resultados se publican en la revista «Clinical Cancer Research» y, según éstos, la presencia, en niveles altos, de tres proteínas en la orina podría servir para detectar «con exactitud» el cáncer de páncreas en sus primeras fases, con más del 90% de precisión.
La investigación, encabezada por el Instituto de Cáncer Barts de la Universidad Queen Mary de Londres, ha demostrado que «la firma» combinada de estos tres marcadores de diagnóstico precoz puede utilizarse tanto para identificar la forma más común de cáncer de páncreas, adenocarcinoma ductal, en sus primeras etapas como para poder distinguirlo de la pancreatitis crónica.
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores analizaron 488 muestras de orina: 192 de pacientes con cáncer de páncreas, 92 de pacientes con pancreatitis crónica y 87 de voluntarios sanos.
Además, usaron muestras de 117 pacientes con otras enfermedades del hígado y de la vesícula biliar, benignas y malignas, para su posterior validación, ha informado en una nota de prensa el Fondo de Investigación del Cáncer de Páncreas, quien financia este trabajo.
Los investigadores encontraron alrededor de 1.500 proteínas en la orina, de las que aproximadamente la mitad estaban presentes tanto en hombres como en mujeres. De éstas, por su información biológica, eligieron tres para un examen más detallado: LYVE1, REG1A y TFF1.
Tras este análisis más exhaustivo, constataron que los pacientes con cáncer de páncreas, en comparación con los voluntarios sanos, tenían en su orina altos niveles de cada una de estas proteínas.
Sin embargo, los pacientes que sufren pancreatitis crónica presentaban niveles muchos más bajos de las tres proteínas.
«Combinadas, las tres proteínas ofrecen una prueba robusta para detectar a pacientes con cáncer de páncreas en los estadios 1 y 2, con más de un 90% de precisión», según la nota de la citada fundación.
En la actualidad, no hay ninguna prueba de diagnóstico temprano para este tipo de cáncer.
Más pruebas previstas en grupos de riesgo
Según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica, en el momento del diagnóstico menos de un 20% de los pacientes serán susceptibles a ser resecados, dado el estado avanzado de la enfermedad, y tras la resección quirúrgica la supervivencia suele ser de 10-20 meses.
Para Nick Lemoine, uno de los firmantes del artículo y director del Instituto de Cáncer Barts, diagnosticar el cáncer de páncreas en fases iniciales «es un gran desafío», pero de conseguirse supondrá «una gran diferencia» en cuanto a las tasas de supervivencia.
Generalmente, con este tipo de cáncer, los pacientes se diagnostican cuando están en fase terminal, pero, si se logra diagnosticarlos en estadio 2, la tasa de supervivencia es del 20%, mientras que, si se hace en estadio 1, la tasa de supervivencia para pacientes con tumores muy pequeños puede aumentar hasta al 60%.
Los investigadores tienen previsto realizar más pruebas en grupos de alto riesgo, para validar los hallazgos del estudio.
Por parte española han participado investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), del Hospital del Mar y Hospital Vall d’Hebron, estos dos últimos en Barcelona.