Un tercio de la población mundial está infectada por tuberculosis, una infección asociada la virus de inmunodeficencia humano (VIH), responsable de medio millón de fallecimientos cada año, según informa la Real Academia Nacional de Medicina (RANM), con motivo de su Día Mundial, que ha tenido lugar el 24 de marzo. Y es que este día conmemora el descubrimiento en 1982 por el doctor Robert Koch, del microbio causante de la tuberculosis, el bacilo tuberculoso, que supuso el primer paso hacia el diagnóstico y control de la enfermedad.
En palabras del Académico de Número, Juan del Rey Calero, cuando la enfermedad se detecta pronto y se administra un tratamiento completo, “los pacientes dejan rápidamente de ser contagiados y acaban curándose”. “Aunque se puede curar, el tratamiento actual obliga a combinar diferentes medicamentos durante un periodo de seis meses como mínimo”, ha señalado. Precisamente, en su opinión, uno de los problemas más graves en estos momentos es la aparición de resistencias a los tratamientos disponibles, “ya que tampoco se dispone de una vacuna que prevenga la tuberculosis de manera eficaz”.
En general, la tuberculosis suele afectar a los pulmones, aunque en un tercio de los casos resultan implicados otros órganos como los huesos, riñones, meninges, el aparato genital femenino, el intestino, la piel o los ganglios linfáticos, donde la acción del bacilo produce tubérculos y necrosis caseosa.
El contagio es generalmente por vía aérea, produciéndose un cuadro de infección que puede evolucionar a enfermedad en función de determinados factores como la inmumidad celular”. ConSalud.