Inicio INVESTIGACIÓN UNA INVESTIGACIÓN DE LA UNIVERSIDAD CEU CARDENAL HERRERA PROPONE UN MODELO PARA HUMANIZAR LA MUERTE EN SITUACIONES DE CRISIS SANITARIA COMO LA CAUSADA POR EL COVID-19

UNA INVESTIGACIÓN DE LA UNIVERSIDAD CEU CARDENAL HERRERA PROPONE UN MODELO PARA HUMANIZAR LA MUERTE EN SITUACIONES DE CRISIS SANITARIA COMO LA CAUSADA POR EL COVID-19

por L. V.

El profesor de Bioética de la Universidad CEU Cardenal Herrera Emilio García Sánchez ha publicado en la revista científica en Cuadernos de Bioética una investigación en la que propone un modelo para evitar los que califica como «déficits humanitarios» detectados durante esta crisis sanitaria.

Según ha detallado el investigador, el objetivo de este estudio es, precisamente, la re-humanización de la medicina. Emilio García Sánchez ha indicado que esta pandemia «ha dejado al descubierto déficits humanitarios sobre el modo de atender a los pacientes en sus últimos días: uno de los pilares fundamentales de la humanización de la medicina está en el proceso de morir, en el acompañamiento al enfermo en la fase final de su vida».

El autor ha recordado en esta investigación que la rigidez inicial de las medidas adoptadas por la alta contagiosidad del coronavirus SARS-CoV-2, unida a la falta de EPIs e instalaciones suficientes «lesionaron una de las bases de la calidad asistencial: procurar que el enfermo no muera nunca solo, sin despedirse de su familia».

Protocolos humanizados

Aspectos como la sostenibilidad de recursos y la eficiencia organizativas en los protocolos orientados a salvar el mayor número de vidas posibles son de máxima importancia, ha destacado el investigador, «pero el ethos que configura la autenticidad de la medicina y la enfermería va más allá, hasta llegar a orientar sus acciones a acompañar, consolar y acoger el sufrimiento del enfermo hasta el final de la vida».

En este sentido, «poner en el centro al enfermo es una característica compasiva de la atención médica que hubiera reforzado aún más la calidad asistencial en esta crisis sanitaria», ha detallado el profesor García Sánchez. Por ello, ha considerado que los pacientes que han muerto aislados y sus familias «no han sido las únicas víctimas: la propia humanización de la asistencia sanitaria se ha visto afectada en esta crisis».

Sanitarios, también víctimas

Según detalla esta investigación, al dolor de los fallecidos y de sus familias se ha sumado el de los propios sanitarios, que han sido «víctimas de un impacto emocional sin precedentes, al comprobar la soledad y abandono en los que morían sus pacientes, infectados por el virus o con otras enfermedades terminales, al tiempo que arriesgaban sus propias vidas para cumplir con su imperativo deontológico de no negarles la asistencia por temor al contagio».

En este sentido, el autor ha destacado la importancia de la formación en cuidados paliativos entre el mayor número posible de profesionales de la sanidad, para abordar situaciones trágicas como las vividas. «Esto debería formar parte del cuidado de los propios sanitarios, para evitar su burnout«, ha apuntado.

COVID-19 y muerte deshumanizada

«El enemigo a combatir en esta pandemia ha sido un virus, pero no se debería olvidar que el virus está dentro de una persona que es un paciente que sufre». Tanto la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL), como la Asociación Española de Enfermería de Cuidados Paliativos (AECPAL) han coincidido en que el centro de atención no puede ser el virus por encima del enfermo infectado. «Morir solo y aislado es tener una muerte deshumanizada. Por ello, también en situaciones de crisis sanitaria, se ha de abordar la atención y cuidado de la persona enferma en todas sus dimensiones», ha incidido el investigador.

Crisis de gestión ¿o crisis de personas?

Para el profesor de Bioética de la CEU UCH, «el colapso sanitario no puede justificar la imposibilidad de aplicar estos principios elementales de humanidad». En este sentido ha detallado que «la crisis sanitaria y social generada no puede ser vista solo globalmente como una crisis de pura gestión sanitaria, sino, ante todo, como una crisis de personas individuales, fundamentalmente ancianas, que enferman y que necesitan ser atendidas para no morir y para no morir abandonados».

El profesor de Bioética de la CEU UCH, Emilio García Sánchez, es coautor del protocolo ético para la admisión de pacientes en UCIs cuando los recursos son limitados, que ha publicado este mes de junio la revista Frontiers in Public Health junto a expertos de universidades como Yale, Roma, Pittsburg, Buenos Aires o el Instituto Karolinska de Estocolmo, entre otras entidades.

El artículo «Humanizar la muerte en tiempos de crisis sanitaria: morir acompañado, despedirse y recibir atención espiritual», está disponible en Cuadernos de Bioética, Revista de la Asociación Española de Bioética y Ética Médica (AEBI), y puede consultarse en el siguiente enlace. COECS / Universidad CEU Cardenal Herrera.

 

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